Opinión

Cara a Cara

18 de noviembre de 2024, 4:00 AM
18 de noviembre de 2024, 4:00 AM

La crisis del sector hidrocarburífero en Bolivia ha puesto de relieve la urgente necesidad de acciones efectivas y oportunas. El domingo, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia planteó que la Asamblea Legislativa priorice la aprobación del Proyecto de Ley de Modificación de la Ley 767, pero la realidad es que las soluciones llegan con retraso. Este proyecto busca reactivar la inversión en exploración y explotación de hidrocarburos, un paso crucial ante la preocupante disminución en la producción de combustibles.

 La propuesta, resultado de un diálogo nacional, tiene como objetivo no solo atraer inversiones, sino también reducir la burocracia que ha frenado el avance de proyectos esenciales. Sin embargo, la lentitud en la toma de decisiones refleja una falta de proactividad que podría costarle caro al país. Bolivia no puede permitirse esperar más; necesita respuestas inmediatas.

Además, es fundamental que el enfoque no se limite a la modificación de leyes, sino que también se considere la diversificación del sector energético para que los dólares regresen al país con seguridad jurídica. El contexto actual exige un compromiso real de todos los actores involucrados. Hay que ser conscientes de que Bolivia ya perdió mucho tiempo y credibilidad en el mercado internacional. La situación demanda un liderazgo decidido que no solo reaccione ante la crisis, sino que trabaje para evitar que se repita en el futuro.