OpiniónPUNTO DE VISTA EN DINERO

¿Y dónde están los dólares?

14 de mayo de 2024, 7:00 AM
14 de mayo de 2024, 7:00 AM

El anuncio del Gobierno de que las entidades financieras cuentan con $us 453 millones para atender los requerimientos del público enciende las alarmas sobre la persistente escasez de dólares en el país. Si bien las autoridades aseguran haber cumplido con el paquete de 10 medidas para frenar esta situación transitoria, la realidad en las calles y en las ventanillas bancarias dista mucho de ser la ideal.

Las denuncias por parte de los empresarios no se hacen esperar. El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, apunta al incumplimiento de algunos actores como causantes del problema. Comisiones bancarias exorbitantes para transferencias al exterior y una reticencia por parte de los exportadores a colocar sus dólares en la economía nacional, a pesar de la liberación a medias de las exportaciones del sector agroproductivo, son algunas de las acusaciones.

Sin embargo, los bancos se defienden argumentando que no disponen de la liquidez necesaria en dólares. Incluso, algunos se niegan a recibir divisas de sus clientes por carecer de suficiente dinero para responder a corresponsalías internacionales.

¿Quién tiene la razón? ¿Dónde está la verdad? La respuesta, como suele ser en estos casos, no es sencilla. Probablemente, exista una combinación de factores que contribuyen a la actual escasez de dólares en Bolivia.

Por un lado, es cierto que el contexto internacional actual, marcado por la guerra en Ucrania y sus repercusiones económicas, no ayuda a la situación. La volatilidad del mercado y la incertidumbre generalizada han llevado a muchos a refugiarse en activos “seguros” como el dólar, lo que ha encarecido la divisa a escala global. 

Por otro lado, no se pueden ignorar las fallas estructurales y las prácticas poco transparentes que, según el gobierno, estarían afectando el mercado interno de divisas en Bolivia. La especulación, la retención de dólares por parte de algunos sectores y la falta de coordinación entre las entidades involucradas son algunos de los fantasmas que rondan este espinoso tema.

En este escenario complejo, ¿qué se puede hacer? La búsqueda de soluciones debe ser integral y abarcar distintos frentes. Es fundamental fortalecer la comunicación y la coordinación entre el Gobierno, el sector bancario y los exportadores para identificar los cuellos de botella y trabajar en conjunto para superarlos.

Las autoridades deben monitorear de cerca el mercado cambiario, pero con el fin de ayudar no de intervenir. Al mismo tiempo, se deben explorar mecanismos que incentiven a los exportadores a repatriar sus divisas y reinvertirlas en la economía nacional, pero que tengan la certeza de que podrán acceder a ellas cuando las necesiten.

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