Policías y militares lograron despejar los bloqueos en Mairana, Santa Cruz, y en Capinota (Cochabamba) donde resultaron heridos tres efectivos por la detonación de cachorros de dinamita. La denuncia por abuso sexual infantil contra Morales pasó a segundo plano

5 de noviembre de 2024, 4:00 AM
5 de noviembre de 2024, 4:00 AM

Los cortes de rutas que cumplen los sectores sociales fieles al expresidente Evo Morales llegan debilitados en el día 22 de la extrema medida y con la mitad de puntos de corte menguados a diferencia del inicio, después de los últimos operativos que encaró la Policía Boliviana en conjunto con las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

También se observó el cambio de discurso del líder cocalero, principal promotor de estos bloqueos, que tras lanzar  sus dardos hacia el presidente, Luis Arce a quien acusó como “el presidente que empobreció al país” y de terrorismo de estado”, a pedirle ahora un “diálogo real” y buscar juntos “una paz con justicia social”. Y en este escenario pasó a segundo plano la denuncia contra Morales que es acusado por el delito de abuso sexual infantil en Bolivia y recientemente en Argentina.

Ayer por la mañana (lunes), un contingente de la Policía acompañado de militares logró desbloquear la ruta al municipio de Mairana, en Santa Cruz, zona altamente productora y troncal entre los valles cruceños y la capital cruceña. Este punto era uno de los más álgidos tras los enfrentamientos que se suscitó entre bloqueadores y policías, en el que periodistas también fueron tomados como rehenes.

En horas de la tarde, otro contingente de uniformados y de las fuerzas castrenses avanzó tres kilómetros desde el puente de Parotani hacia  Capinota, en Cochabamba, que une con el occidente para desbloquear en esa zona. El contingente fue sorprendido por campesinos que desde los cerros lanzaron cachorros de dinamita para impedir el paso de los uniformados. 

El enfrentamiento se desató y duró al menos tres horas en el que la Policía no le fue fácil para replegar a los manifestantes y despejar la vía. Producto de la gresca, tres uniformados resultaron heridos por la detonación de explosivos.

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó en sus redes sociales que en el tramo Oruro-Potosí alrededor de 30 personas intentaron instalar un punto de bloqueo, pero ante la presencia policial decidieron retirarse pacíficamente.

Al finalizar la jornada, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, detalló que desde que inició la medida de los ‘evistas’ se aprehendió a más de 170 de personas, que en su mayoría fueron sorprendidos portando dinamitas e identificados como los agresores de los policías.

Precisamente, ayer fueron presentados en Cochabamba tres sujetos que lograron ser capturados a bordo de una motocicleta en el puente Viloma, en posesión de explosivos y Bs. 36.000, monto que estaba destinado presuntamente para financiar los bloqueos. Los tres individuos fueron acusados por los delitos de financiamiento al terrorismo, asociación delictuosa, conducción peligrosa y daños a bienes del Estado.

“Dentro de estos trabajos que continúa realizando la Policía Boliviana se encontró una bazuca artesanal con cargas explosivas que tienen un largo alcance. Lo que quieren es tener secuestrado a Cochabamba”, agregó Ríos.

Busca apoyo internacional

Durante el lunes y de manera inédita, el expresidente Evo Morales, posteó cuatro veces en la red social X, que en ninguna de ellas refiere a las denuncias de la Fiscalía en su contra que lo acusa por los delitos de trata y tráfico de personas y estupro agravado, por haber mantenido relaciones con una menor de edad quien concibió a una niña, hoy de 8 años.

En el primer posteo, Morales pide a Arce a instalar una mesa de diálogo, liberar a los detenidos de Parotani y buscar “paz con justicia social”. Después, escribió una carta dirigida a los países “amigos” a quienes pidió su mediación. Una hora después publicaba una carta dirigida al secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres, a quien también relataba “la represión que realiza el Gobierno” y pidió su mediación.

La última carta fue enviada al defensor del pueblo, Pedro Callizaya, a quien le reclamó su tardía intervención en el conflicto, aunque se mostró partidario de alcanzar una mesa de negociación.