Dirigentes denunciaron que la Policía intervino de manera violenta usando balines durante las protestas, aunque no presentaron pruebas. Pasado el mediodía levantaron la protesta, previo acuerdo con el Gobierno para normalizar la provisión

23 de octubre de 2024, 18:30 PM
23 de octubre de 2024, 18:30 PM

En La Paz, hoy desde temprano, decenas de choferes iniciaron la protesta denominada ‘bloqueo de las mil esquinas’. Rechiflaban a los transportistas que desacataron la medida y seguían trabajando. Algunos corrieron peor suerte, les sacaron sus distintivos de servicio público y los chicoteaban ante las arengas de los manifestantes. Para los transportistas la culpa del desabastecimiento obedece tanto al actual presidente Luis Arce como al exmandatario Evo Morales.

La protesta fue convocada por los transportistas para exigir una solución al desabastecimiento de gasolina, problema que comenzó la semana pasada. Además, los choferes exigían un incremento en los pasajes.

Un equipo de EL DEBER pudo evidenciar que la avenida principal en La Paz, Mariscal Santa Cruz, estaba custodiada por policías en algunas zonas evitando que los choferes impidieran el tráfico, pero la mayor concentración de efectivos estaba en El Prado. Varias patrullas parquearon cerca de la Caja Nacional de Salud. La presencia policial era preventiva, porque no estaban cerca de las arterias donde se concentraban los más violentos.

Jesús Paco, transportista y exdirigente de los choferes, pidió perdón a la población por cortar las vías. “No nos queda otra alternativa, todos estos días sufrimos la falta de combustibles. La situación social y política es gravísima. El mismo socialismo se está destruyendo, entre evistas y arcistas y desconocemos qué llegará a pasar en adelante”, dijo.

Consultado acerca de si la solución viene por la renuncia del presidente Luis Arce como demandan los evistas que bloquean las carreteras de Cochabamba desde hace diez días, Paco señaló que no pasará nada porque Evo no tiene una varita mágica. “El pueblo es el que paga los platos rotos. Ellos manejan la economía del país y este bloqueo político es por intereses netamente personales”.

El dirigente sostuvo que se hace insostenible la economía para el sector del autotransporte y no se ha revisado la tarifa tomando en cuenta los costos inherentes como el sueldo del chofer, los repuestos y tampoco hay posibilidad de renovar los vehículos.

No solo la población sufre las consecuencias de la protesta. Un farmacéutico que pidió la reserva de su nombre dijo que los conflictos sociales derrumban las ventas hasta un 80% en momentos en que los medicamentos han subido de precio, lo que influye en una caída de la demanda. “Ya me da hasta vergüenza decir los precios a las personas porque se incrementaron en demasía y nosotros no tenemos la culpa, obedece a la escasez de dólares”, precisó a tiempo de mencionar que muchas medicinas llegan a los mercados de Santa Cruz, pero no a La Paz.


Violencia contra sus colegas que trabajaron

Cerca de la Terminal de Buses de La Paz, los choferes del transporte público se dividieron en cuatro grupos, y los momentos más tensos ocurrieron cuando intentaban impedir el paso de vehículos, especialmente cisternas. En la calle Vicenta Juaristi Eguino, un equipo de EL DEBER fue testigo de cómo un grupo de manifestantes detuvo una cisterna, sacaron una balde de combustible y le arrojaron piedras. En otros casos, algunos conductores sufrieron peor suerte, siendo chicoteados frente a los manifestantes.

A pesar de que la dirigencia había anunciado que la protesta sería pacífica, varios choferes protagonizaron episodios violentos, no solo contra sus compañeros, sino también contra taxistas y personas ajenas a la protesta. En un incidente cerca de la plaza del Estudiante, dos personas fueron arrestadas mientras intentaban instalar un punto de bloqueo, según informó el coronel Gunther Agudo, comandante de la Policía de La Paz. 

En la zona de Achumani, un conductor que decidió trabajar fue agredido con cinturones, escena que se repitió en otras áreas de la ciudad como la ex Estación Central, cerca de la Cervecería. En Achachicala, otro grupo de manifestantes tumbó a un motociclista, y en el sur de La Paz, algunos choferes agredieron a taxistas y pincharon.

Santos Escalante, dirigente de la Federación Chuquiago Marka, denunció que la Policía intervino de manera violenta usando balines durante las protestas, aunque no presentó pruebas. Enfrentamientos entre manifestantes y policías se registraron cerca de la avenida Perú y el puente de la Cervecería, donde las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los movilizados, dejando algunos heridos con contusiones.

Después de dos horas de diálogo con autoridades del Gobierno y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), los transportistas decidieron suspender el bloqueo pasado el mediodía. “Vamos a levantar el paro, vamos a dejar de bloquear”, anunció Santos Escalante tras el acuerdo alcanzado. 

Según el dirigente, el Gobierno se comprometió a entregar un millón de litros de gasolina especial en las próximas horas, cantidad que debe cubrir las necesidades del sector para los próximos dos días. “Ya está garantizado el millón de litros. Hoy el socio de base lo que quiere es tener gasolina especial para trabajar”, agregó.

El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, confirmó el compromiso del Gobierno de garantizar el abastecimiento de combustible para los transportistas, mientras que representantes de la ANH aseguraron que la distribución se normalizará.

El presidente Luis Arce también había anunciado el martes la suspensión temporal de las restricciones en la distribución de combustibles, que se habían limitado a 10 surtidores en La Paz y El Alto. Sin embargo, las largas filas persisten en algunas estaciones de servicio, como la cercana al mercado Lanza, donde los usuarios deben presentar una fotocopia de su cédula de identidad para comprar un máximo de cinco litros de gasolina en bidones, lo que puede tardar hasta tres horas haciendo fila.

Finalmente, Escalante pidió disculpas a la ciudadanía por los inconvenientes causados durante el paro: “Una vez más pedimos disculpas a la población, pero el paro ha sido contundente. Hoy, por fin, nos hemos sentado a dialogar directamente y no hemos dejado que otros hablen en nuestro nombre”, concluyó. Varios taxistas que trabajaron pese a la protesta indicaron que estaban de acuerdo pero necesitaban costear su alimentación en tiempos de precios cada vez más elevados y escasez de productos.