Priorizan las políticas de salud que deben contemplar acciones a corto y largo plazo, para ofrecer un plan de acceso universal

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17 de septiembre de 2020, 8:52 AM
17 de septiembre de 2020, 8:52 AM

La pandemia de coronavirus se ha convertido en un tema central de las campañas. La atención a la salud ha obligado a los partidos en contienda a revisar sus programas. Un grupo de candidatos plantea elevar el presupuesto para la salud por encima del 15%.

La propuesta del candidato por el Frente Para la Victoria (FPV), Chi Hyun Chung, indicó que el presupuesto para salud debe ser de hasta 20% del presupuesto anual que asigna el Tesoro General (TGN).

"Podemos gestionar hasta el 20% o más, como Alemania que destina el 60% de su presupuesto para salud. Es inadmisible que en plena pandemia no aumentemos del 6% a un mínimo de 10%", manifestó Chi.

En esa misma línea, la candidata a la vicepresidencia por el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), Ruth Nina, planteó "como mínimo" el 20% del presupuesto anual, un indicador mayor al 10% que históricamente se solicitó para el sector.

La candidata presidencia por ADN, María de la Cruz Bayá, apunta a una estrategia de Estado que debe sostener planes de corto plazo para atender la pandemia y una política de largo alcance que debe llevar al país a un acceso universal irrestricto a todos los servicios.

La propuesta de ADN señala que las respuestas al sistema nacional de salud deben salir de la coyuntura electoral y tratarse a partir de criterios científicos con presupuesto financiero que supere el 15% del TGN.

"No puede ser una política de cálculo electoral (...). El 10% propuesto por el padre Mateo Bautista hoy es completamente insuficiente", apuntó Bayá.

La propuesta considera que el presupuesto debería recuperar el dinero de los actos de corrupción, como los casos del Fondo Indígena, para destinarlo al sistema nacional de salud.

Recientemente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendó a los países de la región invertir un mínimo del 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) en los servicios de salud pública.

En el caso de Bolivia, la OPS observó el severo déficit, sobre todo en servicios de emergencia, que cuenta sólo con 500 camas de terapia intensiva de las 10.000 que debe tener el equipamiento nacional.