En los últimos 40 años, Bolivia perdió 8 millones de hectáreas de bosques, el 75% está en Santa Cruz. En el país se deforesta cinco veces más que en Brasil para producir una tonelada de soya, según la Unión Europea. Los incendios aceleran la devastación

1 de octubre de 2023, 8:51 AM
1 de octubre de 2023, 8:51 AM

La Unión Europea (UE) y Suecia pusieron en marcha un inédito programa de cooperación “urgente” en Bolivia para generar acciones que ayuden a frenar las actuales cifras de la deforestación. Se trata de una inversión conjunta de 20 millones de euros para los próximos cuatro años.

Michael Dóczy, jefe de la Delegación de la Unión Europea en Bolivia, y el embajador de Suecia, Nicolás Weeks, conversaron con EL DEBER para exponer la iniciativa, la primera de esta naturaleza. “Bolivia tiene una riqueza inmensa en la Amazonia que es como los pulmones del planeta”, dijo el representante de Suecia.

La Cámara Forestal de Bolivia (CFB), con datos oficiales de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), señaló que en el país se deforestaron 200.000 hectáreas de bosques en el último año.

Pero, el embajador Dóczy señaló que el daño es aún más preocupante si se observa la devastación de los bosques durante las últimas cuatro décadas en territorio nacional. Un total de ocho millones de hectáreas destruidas de las que el 75% estaba en el departamento de Santa Cruz, la región que es responsable del 75% de las exportaciones no tradicionales del país y de abastecer con alimentos a todo el país.

Según el observatorio Global Forest Watch, Bolivia es uno de los tres países que “lideran la deforestación” debido al cambio de uso de suelo y a los devastadores incendios forestales que arrasan sus bosques. Por encima del país, está Brasil y República del Congo.

“Bolivia deforesta cinco veces más que Brasil para producir una tonelada de soya. Además, la emisión de carbono por habitante causada por la deforestación es una de las más altas del mundo”, señala el diagnóstico de la UE cuando presentó el plan.

Por esta razón, una parte del programa europeo trabajará con el sector privado y la agropecuaria con la idea de generar prácticas sostenibles para el futuro.

De este modo, el proyecto “Equipo Europa UE/Suecia” trabajarán en el curso de los próximos cuatro años en la Amazonia, Chiquitania y el Chaco boliviano.

Una de las características más destacadas de esta iniciativa es su enfoque en la innovación. Se implementarán modelos de Paisajes Protegidos Productivos, que establecen alianzas con el sector privado para conservar partes de su territorio, como bosques y humedales, reduciendo así la deforestación debida al cambio de uso de suelo. La prevención y mitigación de los incendios forestales también son parte integral del proyecto. Además, se promoverá el uso sostenible y racional del bosque, y se impulsarán emprendimientos verdes, como la producción de castañas y otros frutos amazónicos.

Hasta la fecha, se han realizado dos misiones alentadoras en el Chaco, la Chiquitania y Pando para identificar las iniciativas que recibirán apoyo. “El programa se enfocará en la conservación de bosques, humedales, manejo de cuencas y protección de la biodiversidad en Áreas Protegidas nacionales en colaboración con el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap)”, precisa el informe de la UE sobre el programa.

Escenario

De acuerdo con el reporte de la CFB, la destrucción de los bosques que tienen vocación forestal en muchas zonas del país es un proceso “descontrolado”. En muchos casos se devastan áreas forestales solo para consolidar asentamientos sin que existan indicadores productivos que justifiquen esa actividad.

En este contexto, existen normas que han favorecido estás prácticas. Por ejemplo, el gerente de la CFB, Jorge Ávila, explicó que la Ley 337 de Reposición de Bosques reconoce y habilita al Estado para otorgar derechos agrarios en tierras de vocación forestal y permitir que se deforesten hasta un 20% de dichos predios, así sean éstos de vocación forestal, un aspecto que, en su criterio, está fuera de la Constitución Política del Estado.

Pero el sector forestal también apuesta al desarrollo sostenible, lo que implica el cuidado de los bosques. De acuerdo con datos de la CFB, en la actualidad el sector forestal genera un movimiento económico cercano los $us 700 millones por año y logró superar los $us 100 millones en exportaciones. El impacto económico por recaudaciones tributarias, además de la patente forestal y la tarifa de regulación forestal, paga todos los impuestos previstos en el régimen general (IVA, IT, IUE, sin gozar de regímenes especiales. “Si analizamos con detalle nuestra contribución estaría arriba de los $us 1.000 millones al año en beneficio de toda la población boliviana”, informó Ávila, durante la presentación del reciente reporte de deforestación en el territorio nacional.

Según el documento, además, se calcula que el sector forestal genera empleos directos para más de 90.000 familias y 180.000 familias que trabajan de manera indirecta en el sector. De dichos empleos, el 70% son rurales, es decir, que se genera en las comunidades rurales. En el caso de la industria maderera urbana, el 40% de la mano de obra es femenina, según el reporte de la CFB.

El programa de la UE establece una cooperación específica para las mujeres, así como para los pueblos indígenas que habitan, especialmente, en las zonas boscosas de las tierras bajas.

“Bolivia todavía tiene 50 millones de hectáreas forestales y 15 millones de hectáreas con humedales. Eso es una riqueza increíble. Las 50 millones de hectáreas son del tamaño de España. Existe la necesidad de preservar esta riqueza”, exhortó Dóczy.

Además, la deforestación creció un 57% entre 2016 y 2021, pero el ritmo de la depredación se aceleró, señala un estudio de la Fundación Tierra. Además, los especialistas de esta organización hallaron evidencia de “fuertes inversiones” económicas en asentamientos humanos, donde incluso se invirtió en maquinaria agrícola para la producción de cocales, según informes oficiales de 2022.

Nicolas Weeks, embajador de Suecia
Nicolas Weeks, embajador de Suecia

NICOLAS WEEKS: EMBAJADOR DE SUECIA
“Es el país que más selva está
perdiendo y eso hay que detenerlo”

— ¿Cuál es la propuesta de este equipo europeo para frenar la deforestación?

Junto con la Unión Europea, somos parte del equipo europeo especial y tenemos mucha experiencia en este trabajo, para el cuidado del medioambiente y enfrentar de este modo la lucha contra el cambio climático.

Tenemos tres enfoques; además, es la primera vez que Suecia tiene la confianza de la Unión Europea para manejar en conjunto un programa en América Latina.

Tenemos, de nuestra parte, $us 10 millones para el programa. Al mismo tiempo, Suecia está apoyando al presupuesto con tres enfoques: detener la deforestación, la degradación de la tierra y la pérdida de la biodiversidad.

— ¿Por qué Bolivia?

Como sabemos todos, Bolivia es uno de los países altos en niveles de biodiversidad, por eso es un objetivo importante incrementar la resiliencia al cambio climático, así como crear empleos y oportunidades con ingresos para la población rural, pero buscando alternativas a las actividades de las industrias que requieren mucho de la selva. Bolivia es el país que más selva está perdiendo.

9355.png ¿Qué acciones concretas asumirán, por ejemplo, para evitar la devastación de bosques por efecto de los incendios forestales?

Este es un tema muy específico en el que trabajamos para mejorar la gestión en general, así como el manejo sostenible de los bosques. Este es un componente clave para apoyar la producción a partir de modelos productivos y sostenibles que permitan al país beneficiarse de sus recursos naturales. Es también una manera de prevenir la deforestación.

Vamos a trabajar en la gobernanza con un respaldo a las autoridades locales, al Gobierno, a las ONG y al sector privado.

— ¿Hay otros actores que estarán como beneficiarios?

Se debe incrementar la participación de las mujeres en la toma de decisiones. Sin la participación de ellas, esto será mucho más difícil.

Michael Dóczy, embajador de la UE
Michael Dóczy, embajador de la UE

MICHAEL DÓCZY JEFE DE 
LA DELEGACIÓN DE LA UE EN BOLIVIA  

“Más de 8 millones de hectáreas se perdieron en 40 años”


— ¿Qué alcance tiene la propuesta del equipo europeo?

Nuestro proyecto conjunto guarda relación con el medioambiente para frenar deforestación; este es un problema mayor que tenemos en todo el mundo, pero Bolivia sufre mucho más. Por este motivo, lanzamos el proyecto con 20 millones de euros en la Chiquitania, Chaco y el Pantanal

Bolivia perdió ocho millones de hectáreas en los últimos 40 años y eso es demasiado. Esos ocho millones de hectáreas que se han perdido en las últimas cuatro décadas, el 75% estaba en el departamento de Santa Cruz.

Ese proyecto incluye la cooperación a ganaderos, al sector privado y agropecuario. El proyecto no es solo para dar dinero. Estamos esperando resultados concretos y por eso se necesita la cooperación con sector privado, de manera que ellos cuiden sus terrenos ante las amenazas.

El sector agropecuario tiene mucha importancia para el departamento y el país. Esta es una actividad que se tiene que apoyar de un modo sostenible. Es algo que tenemos que pensar a largo plazo. El desarrollo del sector agropecuario tiene que ser sostenible. De lo contrario, la deforestación afectará al ecosistema y el medioambiente.

— ¿Será la primera experiencia en Sudamérica?

Tenemos experiencia en Argentina, Chile, Uruguay, donde hemos podido salvar más o menos cuatro millones de hectáreas. Bolivia todavía tiene 50 millones de hectáreas forestales y 15 millones de hectáreas con humedales. Eso es una riqueza increíble. Las 50 millones de hectáreas son el tamaño de España. Existe la necesidad de preservar esta riqueza.

— ¿La coca ilegal y el narcotráfico también afectan?

La lucha contra el narcotráfico es un tema en el que apoyamos al Estado de Bolivia desde 2005. Nuestro apoyo también es a las comunidades que buscan otras fuentes de ingreso con otros productos. Estamos financiando a la Unodc en el informe de cocales que saldrá en las próximas semanas.