Escasez. Cuando sentís tu boca seca, ya es un síntoma de que a tu organismo le falta agua. No debés esperar tener sed. El instinto de tomar agua se va perdiendo con la deshidratación progresiva

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8 de febrero de 2017, 4:00 AM
8 de febrero de 2017, 4:00 AM

Con el sol abrasador y las elevadas temperaturas que registra Santa Cruz, el consumo de agua es muy importante para el cuerpo, pues el calor intenso hace que perdamos más líquido de lo habitual y puede haber consecuencias. Todo esto te explica la nutricionista Carla Justiniano Gómez. Tomá nota. 


En nuestro organismo el agua realiza funciones vitales, como transportar alimentos y constituye aproximadamente el 60% del peso corporal de los hombres y un 50% de las mujeres. El cuerpo necesita reponer las pérdidas diarias de líquidos que se van a través de la orina, heces, transpiración y la respiración, dice Justiniano Gómez.


Es por ello que debemos tomar agua a diario, ya que esta no contiene calorías, grasas, carbohidratos ni azúcar. “Al momento que sentimos nuestra boca seca, ya es un síntoma de deshidratación. No debemos esperar o confiar a tener sed. El instinto de beber se va perdiendo con la deshidratación progresiva”, puntualiza Justiniano.


Pero ¿qué cantidad de agua es lo ideal consumir? Existe una fórmula para cada persona, según el peso, para calcular cuántos litros de agua debe beber. Sin embargo, es un poco complejo y por falta de tiempo muchas personas no lo hacen. Es por ello que científicamente se recomienda beber de 8 a 10 vasos de agua, o 1,5 a 2 litros diarios. Y si el calor es muy intenso, como los que estamos viviendo actualmente, y hacés ejercicios, deberías ingerir un aporte extra de líquido.


Entre los beneficios: mantiene el cuerpo hidratado, regula la temperatura corporal, lubrica nuestras articulaciones, ayuda a dar estructura y forma al cuerpo humano, contribuye también a mantener la piel tersa y joven, y ayuda a la digestión. Asimismo, al despertar, ayuda a activar los órganos internos, previene el estreñimiento, da saciedad y reduce el riesgo de enfermedades del corazón. El portal Mejor con Salud.com comparte algunas señales de alerta de que tu cuerpo está pidiendo agua.

1. Dolor de cabeza. Aunque estés sentada en la oficina todo el día, tu cuerpo pierde líquido, además de sales minerales. Si no se reponen constantemente, el volumen de sangre cae, lo que genera una baja en la cantidad de oxígeno que llega hasta nuestro cerebro. Eso hace que los vasos sanguíneos se dilaten y te duela la cabeza.

2. Cansancio. Otro efecto de la baja de oxígeno en la sangre es que tus nervios y músculos empiezan a apagarse para cuidar sus reservas, haciendo que te sintás fatigada

3. Orina turbia. Cuando ingerís una buena cantidad de agua, esta limpia los residuos que tenés dentro del cuerpo y los expulsa por medio de la orina. Sin agua, estos restos se concentran en el cuerpo y la orina es más turbia por la gran cantidad de sustancias que estás expulsando de a poco.

4. Estreñimiento. Al igual que con la orina, el agua hace que los residuos sólidos se muevan con más facilidad por el tracto intestinal y ayudará a que vayas al baño más seguido. Cuando estamos deshidratadas, el colón absorbe demasiada agua de los alimentos, dejando las heces duras y secas, lo que aumenta el problema. 

5. Piel reseca. El agua no solo ayuda a mantener la piel hidratada y saludable, sino que le brinda elasticidad. Si dejás de tomar agua, tu piel irá perdiendo de a poco la capacidad de estirarse, además de verse deslucida y reseca. En verano es aún más importante que te hidrates bien, pues esto ayuda a prevenir los daños causados por el sol y el calor.

6. Calambres. La pérdida de líquidos hace que la cantidad de sodio y potasio en tu cuerpo disminuya. Esos componentes son importantes para la contracción muscular y, al haber un desbalance de ellos, los músculos se contraen de forma involuntaria y extraña, generando los calambres.

7. Cuerpo caliente. Este punto es más notorio cuando nos ejercitamos. Si no tomamos agua durante el ejercicio, no sudaremos lo suficiente para que el cuerpo regule su temperatura y empezará a sobrecalentarse, por lo que sentiremos náuseas, mareos o dolor de cabeza. 

8. Boca seca. Esta es una de las señales más obvias de que tu cuerpo pide agua a gritos. Tus labios se resecan, tu lengua se pone pastosa y cambia la sensación en tu boca. No es necesario que te llenés la barriga de agua, basta con que tomés unos sorbos cada cierto tiempo para mantenerte hidratada. Y si no acostumbras a beber agua, porque no te gusta, proponete a tomar 2 a 3 vasos diarios e ir aumentando uno cada día. Y también podés agregarle una rodaja de limón