Actualmente, hay 25 incendios forestales activos en 12 municipios. El fuego ya consumió más de 300.000 hectáreas.

25 de julio de 2024, 13:06 PM
25 de julio de 2024, 13:06 PM

La crisis por la sequía y los incendios forestales en el departamento de Santa Cruz ha alcanzado niveles críticos, obligando al gobernador en ejercicio, Mario Aguilera, a declarar emergencia departamental a través del decreto 458.

Siete municipios se encuentran en estado de desastre por sequía, mientras que otros tres se enfrentan a la doble amenaza de la sequía y los incendios. A pesar de los esfuerzos de la Gobernación y los bomberos, el fuego continúa avanzando sin control, consumiendo miles de hectáreas de bosque y poniendo en riesgo la vida de la fauna y la población.

Según datos del Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif), se han registrado 8.627 focos de calor en las últimas 24 horas, elevando a 72.824 el total acumulado en lo que va del mes. Al menos 25 incendios activos afectan a 12 municipios, entre ellos San Matías, San Rafael y Roboré, uno de los más golpeados. El fuego ya consumió más de 300.000 hectáreas.

"La situación es alarmante", afirmó Jhonny Rojas, director de Gestión de Riesgo y coordinador del Comité Operativo de Emergencia Departamental (COED). "Estamos movilizando todos los recursos disponibles para combatir el fuego, pero necesitamos el apoyo de todos los niveles de gobierno y de la sociedad civil", informó.



Por su parte, Ana Patricia Suárez, secretaria de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, destacó el trabajo preventivo realizado por la Gobernación, pero reconoció la magnitud del problema. "Los incendios forestales son un desafío que nos afecta a todos. Debemos trabajar unidos para proteger nuestro medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones", señaló.

La población de los municipios afectados vive momentos de angustia y desesperación. En Roboré, el fuego ha alcanzado dimensiones descontroladas, obligando al cierre temporal de la carretera y generando una densa cortina de humo que afecta la calidad del aire. Los lugareños reportan columnas de fuego de hasta 30 metros de altura y una línea de fuego de 10 kilómetros.

La temporada de incendios apenas comienza y las autoridades advierten que la situación podría empeorar en las próximas semanas. Bolivia se encuentra entre los cinco países con mayor número de focos de calor en el mundo, según datos de Greenpeace Internacional.