El hecho ocurrió hace algunos meses en Yapacaní

3 de julio de 2024, 22:41 PM
3 de julio de 2024, 22:41 PM

Benjamín Calle Mejía, de 18 años, fue sentenciado a 30 años de prisión en la cárcel de Palmasola por haber asfixiado a su hijastro, un bebe de un año y cuatro meses, con una toalla, el pasado 23 de abril, en la comunidad Porvenir del municipio de Yapacaní.

El asesor de la Defensoría de la Niñez de Yapacaní, Rolando Poma, informó que el padrastro, quien se encuentra detenido en la cárcel, se declaró culpable del delito de infanticidio y aceptó someterse a un procedimiento abreviado en el que recibió la pena máxima.

El padrastro fue sentenciado a 30 años de cárcel.
El padrastro fue sentenciado a 30 años de cárcel.

“Este proceso ha concluido con una condena de 30 años en Palmasola. El padrastro se sometió a un proceso abreviado, en donde admitió que maltrataba constantemente al bebé y que terminó asfixiándolo”, informó Poma.

El caso se remonta a abril

El bebé de un año y cuatro meses fue asesinado la tarde del martes 23 de abril y Benjamín Calle Mejía junto a su pareja le compraron un ataúd para sepultarlo y hacer creer que tuvo una muerte natural, pero no pudieron enterrarlo en un cementerio porque se necesitaba un certificado de óbito.

Por esta razón, la familia trasladó el cuerpo del infante al hospital de segundo nivel de Yapacaní, en donde le practicaron una autopsia que develó que la causa de la muerte era asfixia mecánica por estrangulamiento.

Juan Carlos E. G. es el nombre del pequeño que perdió la vida. La hermanita mayor del bebé dijo a las psicólogas de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia que su progenitor uso su polera para ahorcarlo.