En 2019, la economía boliviana creció un 2,2%. Así lo resume un informe del instituto Nacional de Estadística (INE) que exhibe que la tasa de crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) superó a las cifras registradas en 2018. En valor significa Bs 49.256 millones frente a los Bs 48.188 millones entre ambas gestiones mencionadas.

La muestra del INE difiere de las estimaciones proyectadas por organismos internacionales y la propia administración del anterior Gobierno liderado por Evo Morales, en este último caso se había fijado un crecimiento cercano al 4,5%. 

El sector que registra un mejor posicionamiento y mayor incidencia es el agropecuario con una contribución de 0,66% y un crecimiento de 5,30%. En los últimos meses, las inversiones y apuestas por estas esferas se ha visto dinamizada, especialmente desde Santa Cruz. Los actores del sector consideran que estas dinámicas serán claves para oxigenar la economía nacional.​

En días pasados, el vicepresidente de la firma Interagro, Eduardo Nostas, manifestó que en el futuro será clave rediseñar el esquema productivo y apoyarlo en la base agroindustrial, tomando en cuenta que se debe dar un giro y dejar de lado las políticas extractivas para dar lugar a energías renovables (entre ellas el impulso de biocombustibles, por ejemplo), tomando en cuenta el dinamismo y fuentes de empleo que se pueden generar.

Y respecto al tema extractivo, la otra cara de la moneda es representada por la industria hidrocarburífera (principalmente petróleo crudo y gas natural), la peor posicionada en la lista del INE y que registra un decrecimiento del 10,31%.

Por estas fechas, en 2019 el reporte y análisis del INE ​​resaltaba el efecto de la exportación del gas y los hidrocarburos en el crecimiento del PIB del país. Pese a que en 2018 registró un crecimiento del 4,22%, analistas económicos criticaron la dependencia de la economía nacional en este sector, que se ha visto golpeado por la caída de los precios del petróleo y el tema de contratos con países vecinos, Brasil y Argentina, los principales mercados.

Por otro lado, los servicios de establecimientos financieros (4,41% y uno de los principales soportes en la coyuntura que atraviesa el país), comunicaciones (4,27%) y servicios de administración pública (4,13%) ocupan el resto de lugares privilegiados.

Mientras tanto, otros lugares menos favorecidos se muestran los sectores de transporte y almacenamiento (0,99%), la construcción (1,91%) y la industria energética (2,83%). Pese a que registran cifras positivas, los actores de este sector reconocen que faltan incentivos y políticas que favorezcan al desarrollo.

Por ejemplo, el sector de la construcción, en otros años fue uno de los más favorecidos (llegó a crecer por encima del 10% en el anterior lustro) y hoy el 'virus' de la desaceleración  lleva a esta área a un escenario complejo, ya que hay aspectos que urgen ser resueltos: pago de planillas por el avance de obras públicas, tema normativo, factor impositivo y prioridad para acceder a proyectos (empresas nacionales).

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Si bien los ministerios de Economía y de Planificación además del Banco Central de Bolivia, proyectaron en el Programa Fiscal Financiero 2020 que el crecimiento de la economía nacional alcanzaría un 3,5%, con el nuevo escenario que enfrenta el país (marcado por el coronavirus y la caída de los precios del petróleo) se prevé que la cifra sea menor.

El ministro de Economía, José Luis Parada, declaró a EL DEBER que tales proyecciones se verán disminuidas por lo que ocurre tanto a escala nacional e internacional, pero que el equipo económico está trabajando sobre este tema y en dar una respuesta para contrarrestar los efectos del coronavirus en el tema económico.

"El gasto público ha disminuido bastante porque las cosas superfluas y los proyectos no relacionados con la emergencia han sido postergados. Por otro lado, en cinco años, en los meses de enero y febrero (de 2020) se registró una balanza comercial positiva y eso significa que las importaciones deben controlarse un poco más y trabajar en el impulso de las exportaciones", resaltó la autoridad, sin dar más detalles. 

Desde el punto de vista del gasto, el crecimiento del PIB de 2,22% se explica por el comportamiento de los siguientes componentes: