La falta de una política de cielos abiertos, la escasez de dólares y los constantes bloqueos de carreteras están asfixiando a las operadoras de turismo, agencias de viajes y guías turísticos, quienes ven cómo se van cerrando las puertas en Bolivia.

Por lo menos eso fue lo que expresaron los propietarios, trabajadores y entidades ligadas al sector del turismo en Santa Cruz, la mañana del martes, cuando realizaron una protesta en las oficinas de la estatal Boliviana de Aviación (BoA), que en pasados días redujo las comisiones por venta de pasajes -a las agencias de viajes-, de 6% a 1%.

El sector más golpeado, según los testimonios, fue el de las operadoras de turismo, es decir, las empresas que se encargan de trasladar a los visitantes a los lugares de interés. Según una operadora, de las 100 empresas del sector que trabajan legalmente en Bolivia, el 50% cerró sus puertas en 2024.

“Estamos altamente preocupados porque las líneas aéreas importantes (que operan en Bolivia) como Gol, Copa, Latam y otras, puedan salir del país. No hay dólares, no hay combustible para transportar a los turistas dentro del país; además de los bloqueos y paros, estamos viviendo una situación totalmente inestable para nuestro sector”, dijo Scarlet Illanes, gerente de la operadora Descubre en Santa Cruz.

De acuerdo con la Illanes, la actividad de su sector se redujo un 80%, pesar que en un año se registra la apertura y cierre permanente de empresas, pero estimó que más del 50% cerró sus puertas. “Un turista extranjero que quiere venir a Bolivia y se presenta un bloqueo, prefiere perder (dinero) y no venir para no tener que pasar una serie de situaciones que solamente en Bolivia se las vive”, expresó.

Para Nathalie Zalazar, representante de la operadora My Travel, lo que se vive actualmente en Bolivia “no se ha visto nunca”, ni siquiera en tiempos de pandemia, porque el Gobierno incluso ha puesto límites en las finanzas.

“Nuestro límite mensual es de 250 dólares en tarjetas de crédito y en tarjetas de débito llega exageradamente a los 100 dólares. Desde Bolivia ya no podemos traer gente del exterior, ya que nos obligan a cobrar en dólares y la gente no tiene dólares (...), nos hemos visto obligados a decirle al pasajero que pague con su propia tarjeta y se les está cobrando con 10, 11, 12 tarjetas para poder cubrir un hotel, lamentó.

Por su parte, Marcelo Terceros, de la agencia de viajes Iyambae Tours, afirmó que al no contar con  turistas en Bolivia, su sector no tiene qué vender. “En la agencia de viaje (el turista) encuentra desde boletos aéreos, restaurantes, artesanía. Todo lo direccionamos, pero cuando cortan el mercado el  turista ya no viene, peor ahora con las noticias que supuestamente van a dejar de venir líneas aéreas por la sencilla razón que no hay seguridad en el país”, consideró.

Hace pocos días, Jaqueline Riveros, vocal de la Asociación Boliviana de Agencias de Turismo Receptivo (Abatur), alertó que más de 500 empresas están en riesgo de cerrar..

Sin cielos abiertos

María Eugenia Vega, presidente de la Asociación de Guías de Turismo de Santa Cruz, indicó que previo a la pandemia, su sector trabajaba con unos 700 mil turistas al año, pero en 2024 ese volumen se redujo un 60%. Una de las principales dificultades fue el restablecimiento del requisito de visado para estadounidenses e israelíes que visitan Bolivia, que fue suspendido durante el gobierno de Jeanine Áñez.

“Bolivia cobra 160 dólares. Yo tenía muchos estudiantes americanos que los llevaba a las misiones, Samaipata y otros destinos. La falta de tener cielos abiertos y todos estos problemas coyunturales, obligan pues a que empecemos a despedir al personal y busquemos otras actividades para hacer”, lamentó.

Lea también

ECONOMÍA

Oasis en plena tormenta económica: inversiones privadas que desafían la crisis

Pese al contexto adverso, las inversiones privadas volvieron a florecer en el país, como muestra de la resiliencia del empresariado boliviano. Anuncian que en 2025 serán más cautos