Más de 280 camiones cisternas con diésel se encuentra varados desde hace una semana en las inmediaciones de la refinería de Palmasola, a la espera de poder descargar el combustible, según indicaron los conductores de estos vehículos.

Los transportistas, en un contacto con los medios de comunicación, señalaron que hay cierta preferencia con cisternas provenientes de Paraguay y Argentina. En contraparte, un funcionario indicó que el ingreso se realiza siguiendo una lista correlativa, pero los choferes insisten en que esto no se respeta.

EL DEBER estuvo en el lugar y corroboró que el ingreso por cisterna demora entre cinco y diez minutos.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) espera que las filas por diésel desaparezcan en el transcurso de esta semana, tomando en cuenta que se envía a los surtidores volúmenes superiores a la demanda, desde plantas de almacenaje.

“Toda la semana vamos a estar con despachos sobre los 3 millones de litros cuando lo normal es despachar 2 millones y un poquito; entonces las filas van a ir bajando durante toda la semana”, explicó el presidente de la estatal petrolera, Armin Dorgathen.

Indicó que “como es compromiso del Gobierno nacional”, desde el sábado pasado se despacha mayores volúmenes de combustibles, tanto diésel como gasolina, a las estaciones de servicio en el territorio boliviano.

Sin embargo, recordó que si bien ahora los despachos desde plantas de almacenaje son normales, se debe “cubrir el bache” de los más de 20 días de bloqueo evista en el departamento de Cochabamba.

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