La pizarra del tipo de cambio del dólar paralelo la semana pasada tuvo una constante modificación. 

Para tomar en cuenta a fines de diciembre de 2023, el valor, para la venta, de la divisa extranjera era de Bs 7,70, en febrero de este año, se elevó a Bs 8,50 bolivianos, para mayo alcanzó los Bs 8,70, mientras que en junio supero los Bs 9.

Es en julio cuando se da un acelerado encarecimiento del dólar cuando de Bs 9,50 a inicios de ese mes si incrementa a Bs 10,20 (18 de julio).

Para luego escalar a Bs 11,50, Bs 12,50 (hasta el 30 de julio), y en agosto iniciar con un valor superior a los Bs 13.

¿Por qué se da esa situación?

Germán Molina, analista económico, indicó que las expectativas de las personas se vieron afectadas por la incertidumbre en la oferta de diésel “lo que exasperó el comportamiento del tipo cambiario”.

“La actual situación económica atraviesa por una situación en donde el menor desequilibrio genera dudas en los agentes económicos y eso se traslada a la población. El valor del dólar está atado al actual desempeño productivo del país, pero si este agente productivo tiene problemas, no encuentra diésel por ello se recurre al bloque de las carreteras ¿Qué se puede esperar del comportamiento cambiario se en las entidades financieras no hay dólares?”, sostuvo Molina.

Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, considera que el mercado paralelo del dólar genera más incertidumbre en torno a la escasez de esta divisa, debido a que no es regulado por ninguna autoridad financiera del país y tampoco hay un marco legal que permita medir esa cotización, como ayuda a las personas que demandan dólares.

Ante ese escenario, Romero plantea que el sector privado o el académico o ambos  levanten desde las ciudades capitales intermedias y ciudades fronterizas una cotización del dólar paralelo y con ello establecer un precio promedio referencial.

Romero sostuvo que si bien esta fórmula no estará avalada por el Banco Central de Bolivia o la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero, “por lo menos podría orientar para que las personas puedan comprar y vender el dólar en el mercado informal, para que no se vaya a extremos”.

Para Alberto Bonadona, analista económico, ante esta situación una opción es la de retomar el mecanismo del “bolsín” para establecer el precio de los dólares y regular la brecha cambiaria.

Esta opción permite a que todos los interesados en el dólar le ponen un precio y quienes pusieron un valor similar son los que se adjudican la moneda, estableciéndose así ese precio para la venta.

Mientras tanto, agosto inicia con un dólar que supera los Bs 13, un incremento por arriba del 80% respecto al valor oficial de Bs 6,96 que desde 2011 está escrito en la pizarra del BCB y que desde 2023 se ha modificado de forma dramática.

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