El 2024 será un año negro para el sector agrícola. Factores climáticos como las lluvias y la sequía han generado una pérdida del 60% de la producción de granos. Pero los problemas no quedan ahí. La caída en la producción de granos repercutirá de forma directa en la provisión de alimentos como el pollo, huevo y carne de cerdo.

Según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la sequía y lluvias registradas en las campañas de verano e invierno causaron estragos en la producción de granos como la soya.

En el primer periodo de producción se perdieron más de 800.000 toneladas de soya, mientras que en el segundo ciclo se perdieron 1,5 millones de toneladas. Totalizando 2,3 millones de toneladas que no pudieron ser producidas, la cifra representa una pérdida de hasta el 60% de la producción de soya.

Este año fue caótico para el sector productivo. En abril se reportaron la pérdida de la producción de más de 500.000 hectáreas, lo que equivale al 55% de la producción registrada en el departamento.

Industrias afectadas

Uno de los sectores más afectados es el de la industria oleaginosa. Antes de los problemas climáticos durante la campaña de verano, las factorías adquirían granos por un volumen de 2,4 millones de toneladas, pero este año solo pudieron acopiar 1,3 millones de toneladas, lo que representa una caída del 46%.

Esta misma situación se vivió en la campaña de invierno. Durante este período productivo las factorías suelen acopiar 600.000 toneladas de granos, pero por las lluvias excesivas solo pudieron recolectar 300.000 toneladas.

Esta situación hace que las industrias operen al 50% de su capacidad debido a la falta de grano. Toda la cadena oleaginosa puede procesar 5,4 millones de toneladas, pero la actual disponibilidad de 1,3 millones de toneladas solo permitirá operar hasta finales de agosto, forzando a muchas plantas a parar hasta febrero del próximo año.

"Esto provocará un incremento inevitable en los precios del pollo y el cerdo debido a la menor oferta", anticipó una fuente consultada por EL DEBER.

El sector pecuario enfrenta la necesidad de importar maíz, una medida que aún no ha sido autorizada por el gobierno. La dependencia del suministro interno y la presión para mantener precios bajos complican la competitividad de la industria.

Anticipan escasez

Desde la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA) explicaron que la caída de producción de granos causará la subida de precios de los mismos, elevando el costo de producción y haciendo poco rentable este rubro, lo que limita la producción y, por ende, condiciona la producción regular de los productos avícolas.

Desde la organización explicaron que, dentro de los costos de producción, la participación de la alimentación de las aves representa hasta un 65% del presupuesto de los avicultores.

El presidente de ADA, Omar Castro, explicó que, en los primeros seis meses del año, la falta de dólares ha impactado en el precio de los insumos veterinarios avícolas importados, elevando los costos de producción.

De igual manera, afectó la importación de genética para la reposición en tiempo y cantidad de las reproductoras en las granjas, lo que ocasionará una disminución del 11% en la oferta de pollo terminado y del 4% en la de huevo a partir de diciembre.

A esto se suma, según ADA, los recortes constantes del Gobierno en la asignación de torta de soya. En el segundo semestre del año, el sector sufrió un recorte del 24% de lo requerido. De las 21.000 toneladas solicitadas solo se asignaron 16.000 toneladas, afectando a 351 de 420 avicultores registrados en esta organización.

"La misma situación se dio en la anterior asignación, que tuvimos un recorte del 25%. Hay que enfatizar que este es un insumo necesario para la producción de carne de pollo y huevo", explicó Castro.

El dirigente dijo que es necesario establecer mecanismos para asegurar la provisión de torta de soya hasta la nueva cosecha de la campaña de verano 2024-2025.

Además, es crucial aprobar la importación de maíz con gravamen cero e IVA cero, o permitir el uso de biotecnología, para superar el déficit de granos.

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