Era fines de los años 50, considerada la época dorada de la interpretación y difusión de la música oriental, cuando un joven beniano de nombre Carlos Germán Suárez Becerra sorprendía al jurado y a los asistentes al cine-teatro Santa Cruz en el Festival de Música Grigotá, organizado por la popular radio del mismo nombre.

Con una voz notable y un estilo romántico inconfundible Suárez Becerra se consagró como ‘la mejor voz del oriente boliviano’ y empezaba a cimentar su carrera que lo llevaría a destacar, años después, en escenarios nacionales e internacionales con el nombre artístico de Juan de América.

Pero como todo lo que suele romper esquemas, su estilo de cantar y su actitud histriónica en el escenario, generó críticas “Aquí en Santa Cruz se cantaban los taquiraris de una forma alegre, estilo banda. Si usted escucha los discos de Gladys Moreno tienen un acompañamiento estilo banda; tienen ese tono alegre. Pero viene este joven y empieza a interpretar el taquirari con una cadencia romántica, que a muchos compositores no les gustó, pero a otros, como Nicolás Menacho, les pareció para destacar. 



Como integrante de “Los Carlos”

A otros les molestaba sus ademanes en el escenario, pero nadie podía cuestionar su calidad. Era una voz muy sólida, no se salía de tono y bien romántica. Indudablemente cantaba de forma diferente a otros cantores. Sin duda fue una de las grandes revelaciones que ha tenido la música oriental con una voz y un estilo inconfundibles”, comenta Amando Terceros, de Los Cambitas e historiador de la música oriental.

Trayectoria

Carlos Germán Suárez Becerra nació en La Arboleda, estancia familiar cerca a Trinidad el 7 de diciembre de 1935. Fue el penúltimo de los 11 hijos de Belisario Suárez y de Albertina Becerra. Sus padrinos fueron el entonces mayor Germán Busch Becerra y Matilde Carmona de Busch.

Tenía 10 años cuando, en su escuela de Trinidad, la profesora Elvira Limpias empezó a tomar pruebas de interpretación a todos los alumnos y, para su sorpresa, quedó seleccionado entre otros 25 chicos, y mucho mayor fue su asombro cuando lo eligió para realzar las veladas artísticas, requerimiento que luego empezaron a hacerle de otros colegios.

A los 16 años formó el trío Los Carlos junto con Guillermo Chávez y Carmelo Guzmán y luego pasó a formar parte del trío Los Ases Andinos, para luego iniciar su carrera como solista, que lo llevó hasta Buenos Aires, donde el prestigioso músico Horacio Malvicino lo oyó cantar y junto al productor Osvaldo Parrondo lo convencieron de ser sus representantes, pero con la exigencia de que se presentara con el nombre artístico de Juan de América.

Con el nombre de Juan de América paseó su talento por escenarios de Bolivia, Argentina, Brasil, México y otros países, donde se destacó como intérprete de boleros y tangos.

A su regreso al país fue importante su trabajo en la difusión de la música popular boliviana; gracias a él se dieron a conocer clásicos como Niña camba, tema que accedió a grabarle a un joven y desconocido compositor de nombre César Espada. Él también fue el responsable de popularizar el taquirari No volveré a querer de Ambrosio García y música de su primo hermano Róger Becerra Casanova.

Debido a problemas auditivos producto de un accidente en Argentina, Suárez se fue alejando de la música hasta dejar de realizar presentaciones públicas. Sin embargo, a fines de los años 80 su amigo Enrique Alfonso lo hizo incursionar en la actuación, en las teleseries de Safipro que él dirigía. Pronto consiguió nueva notoriedad e indispensable en las producciones de Alfonso “Su carisma, paciencia, su impecable puntualidad y su alegría contagiosa” fueron recordadas por la gente con la que compartió escenario.

Alejado de los escenarios, Juan de América vivía desde hace 20 años en Cotoca y ocasionalmente era invitado a participar como actor en videoclips, como en Blandingo del dedo, de Aldo Peña, donde encarnó a Félix Soleto, personaje que le volvió a dar notoriedad.

El miércoles pasado la voz de Juan de América se apagó. Su cuerpo es velado en el salón Génesis de Las Misiones y su sepelio se realizará hoy por la mañana en el Memorial Park.


Junto a la compositora Lola Sierra de Méndez


Dibujo de Juan de América realizado por su hijo Belico Suárez