El reciente receso legislativo, que se extiende hasta el 1 de enero de 2025, ha dejado al país en una encrucijada crítica al no aprobar el Presupuesto General del Estado (PGE). Su inminente vigencia a partir del primer día del nuevo año plantea serias interrogantes sobre su viabilidad. En los últimos días, los gobiernos subnacionales advierten que el aumento en la coparticipación tributaria es un mero "maquillaje" ante la crisis económica.

_El Ministerio de Economía ha señalado una caída del 15,4% en los ingresos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos, exacerbada por la falta de inversiones en el sector. Y aunque destaca un crecimiento del 17,8% en la coparticipación tributaria, la realidad es que estos números están sustentados en proyecciones optimistas que no reflejan la situación actual. La Gobernación cruceña ve que las estimaciones del PGE 2025 (un crecimiento del PIB del 3,51% y una inflación del 7,5%) son cifras que parecen desconectadas de la realidad económica.

_El déficit fiscal, que se prevé en -9,2% para 2025, junto con un gasto corriente alarmante del 58,8%, alerta sobre la presión tributaria que enfrentan ciudadanos y empresas. En tiempos de crisis, esta carga podría intensificar la informalidad y el descontento social. La falta de una estrategia clara y efectiva para abordar estos desafíos es una llamada de atención para el Ejecutivo y los legisladores.