“Es mejor prevenir que lamentar” dice el antiguo refrán y este es el caso en la lucha contra cinco tipos de cáncer. De acuerdo con un reciente estudio, la prevención y la detección temprana han salvado cerca de 4,7 millones de vidas en los últimos 45 años a nivel mundial.

En la lucha contra el cáncer, la prevención y la concienciación juegan un papel fundamental. Jorge Luis Reyes, docente de la carrera de Medicina en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que en materia de salud siempre es posible hablar de medicina preventiva.

“Muchos tipos de cáncer son conocidos como asesinos silenciosos debido a su naturaleza inicialmente asintomática, que pueden hacer difícil su detección en etapas iniciales. Por esta razón, la prevención y la educación sobre los factores de riesgo son esenciales”, explica.

Esta aseveración gana más fuerza luego de que los resultados de un estudio realizado por los investigadores Katrina Goddard, Eric Feuer, Jeanne Mandelblatt, miembros del  Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI), y publicado en la revista JAMA Oncology. El estudio, que relevó datos de los últimos 45 años muestra que se evitaron más muertes por cáncer de cuello uterino, colon, pulmón y próstata mediante la prevención y detección temprana que mediante mejoras en la forma en que se tratan los cánceres más avanzados.

Según los investigadores, solo en el cáncer de mama, los avances tecnológicos para el tratamiento evitaron una mayor cantidad de decesos. Sin embargo, los cinco tipos de cáncer estudiados conforman casi la mitad de todos los nuevos diagnósticos de cáncer y muertes, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo.

“Ocho de cada 10 muertes por estos cinco cánceres que se evitaron en los últimos 45 años se debieron a los avances en la prevención y las pruebas de detección”, señala el NCI en un comunicado de prensa.

El estudio indica, que, por ejemplo, un solo tipo de prevención, dejar de fumar, contribuyó a la mayor parte de las muertes evitadas. Casi 3,5 millones de vidas se salvaron del cáncer de pulmón solo gracias a las personas que dejaron de fumar, estimaron los investigadores.

En el estudio, los investigadores rastrearon las contribuciones relativas de los avances en la prevención, la detección y el tratamiento a las muertes por cáncer evitadas entre 1975 y 2020. En general, se evitaron casi 6 millones de muertes por los cinco cánceres durante ese período, señalan los investigadores.

Los resultados específicos de cada tipo de cáncer muestran datos significativos:

             Cáncer de mama: se evitó un millón de muertes, con los avances en el tratamiento contribuyendo a salvar tres cuartas partes de estas vidas.

             Cáncer de pulmón: dejar de fumar fue responsable del 98% de los casi 3,5 millones de muertes evitadas.

             Cáncer de cuello uterino: se evitaron alrededor de 160.000 muertes, todas gracias a las pruebas de detección y la extirpación de lesiones precancerosas.

             Cáncer de colon: aproximadamente 940.000 muertes fueron prevenidas, de las cuales el 79% se debieron a la detección y eliminación de pólipos precancerosos.

             Cáncer de próstata: de las 360.000 muertes evitadas, el 56% se atribuyó a los exámenes de detección mediante la prueba del PSA, mientras que el 44% se debió a los avances en el tratamiento.

Es probable que, incluso, se hayan evitado más muertes en los últimos años, debido a nuevas estrategias como la vacunación contra el VPH para prevenir el cáncer de cuello uterino y las radiografías de tórax para detectar el cáncer de pulmón, anotaron los investigadores.

Medidas preventivas

Adoptar hábitos de vida saludables es fundamental para la prevención del cáncer. Aquí hay algunas estrategias clave:

             Mantener un peso saludable: cumplir una dieta equilibrada y realizar actividad física regularmente puede ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de cáncer.

             No fumar: dejar de fumar es una de las medidas más importantes para reducir el riesgo de cáncer. Existen múltiples recursos y programas de apoyo disponibles para aquellos que desean abandonar este hábito.

             Controlar la presión arterial: mantener la presión arterial bajo control a través de una dieta saludable, ejercicio regular y, si es necesario, medicación, puede disminuir el riesgo de desarrollar cáncer.

             Evitar las sustancias tóxicas: si trabaja con productos químicos peligrosos, asegúrese de seguir todas las precauciones de seguridad recomendadas para minimizar la exposición.

             Dieta saludable: consumir una dieta rica en frutas, verduras y fibra, y limitar las carnes rojas, las carnes procesadas y los alimentos con alto contenido de sal.

             Ejercicio físico regular: realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.

             Controles médicos regulares: consultar al médico periódicamente para detectar cualquier signo o síntoma temprano de cáncer

             Realizar chequeos médicos periódicos.

“La prevención y la detección temprana son armas poderosas en la lucha contra el cáncer. Al tomar medidas proactivas, como conocer los factores de riesgo, mantener un estilo de vida saludable y someterse a revisiones médicas regulares, las mujeres pueden reducir significativamente su riesgo de desarrollar esta enfermedad”, concluye Reyes. 

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