El contenido que consumen los jóvenes en las redes sociales no es fruto del azar. Los algoritmos, esos sistemas complejos diseñados para seleccionar y organizar la información, son los responsables de ofrecer un flujo constante de publicaciones, videos y anuncios que parecen estar hechos a medida.

“La idea es que cada vez que abras la aplicación encuentres algo que realmente te enganche, algo que te diga: esto es exactamente lo que quiero ver ahora”, explica Marcelo Revollo, docente en la carrera de Publicidad y Marketing de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Los algoritmos de las redes sociales están diseñados para mantener a los usuarios activos el mayor tiempo posible. Para lograrlo, analizan múltiples datos de su comportamiento, tales como:

        Los temas de interés que buscan o con los que interactúan.

        El tiempo que dedican a ciertos videos o publicaciones.

        Los likes, comentarios y compartidos.

        Las cuentas que siguen y los hashtags que usan.

Estos datos son procesados para construir un perfil detallado de cada usuario, permitiendo a los algoritmos recomendar contenido que maximice su interés.

Por su parte, César Salamanca, también docente de Publicidad y Marketing en Unifranz, resalta que los algoritmos no solo responden a lo que el usuario hace, sino que también pueden influir en sus decisiones.

“Las plataformas aprovechan cada interacción para moldear futuros comportamientos, incluso fomentando compras o adoptando tendencias específicas. Los jóvenes, sin darse cuenta, son parte de un círculo que los condiciona”, explica.

Lo que los jóvenes buscan y lo que los algoritmos ofrecen

El contenido dirigido a los jóvenes suele ser dinámico, visualmente atractivo y breve. TikTok, por ejemplo, utiliza su algoritmo para mostrar videos en la página "Para ti" basados en interacciones previas y preferencias implícitas.

Un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), más del 80% de los adolescentes sienten que sus feeds reflejan sus intereses. Sin embargo, este nivel de personalización puede convertirse en un arma de doble filo.

“Los algoritmos pueden reforzar ciertos comportamientos, como consumir contenido de tendencias que refuerzan estereotipos, pero también tienen el poder de educar si el usuario lo permite”, comenta Silvia Alemán Meduiña, psicóloga económica y especialista en comportamiento digital.

Desde una perspectiva técnica, Marco Antonio Chambi, docente de Ingeniería de Sistemas de Unifranz, destaca la capacidad de aprendizaje constante de los algoritmos.

“Estas herramientas están diseñadas para ser adaptativas. Cada clic, cada pausa en un video, incluso el tiempo que se pasa viendo algo, alimenta un sistema que evoluciona para predecir con mayor precisión los intereses del usuario”.

¿Cómo afecta esto a los jóvenes?

La personalización tiene un impacto significativo. Los jóvenes sienten que las plataformas “hablan su idioma”, lo que fomenta un sentido de pertenencia. Sin embargo, también se enfrentan a desafíos como la adicción al contenido y la exposición limitada a perspectivas distintas.

“Es un ciclo que te atrapa. Cuanto más interactúas con cierto tipo de contenido, más de eso recibirás. Esto puede limitar la diversidad de ideas y promover una burbuja de información”, añade Luis Sanjinés, experto en publicidad y marketing.

¿Es posible escapar del control algorítmico?

Aunque la personalización parece inevitable, los expertos sugieren que los jóvenes pueden tomar medidas para equilibrar su consumo digital. Ajustar manualmente las preferencias en las plataformas, explorar contenido fuera de las recomendaciones y dedicar tiempo a actividades offline son algunos de los consejos más comunes.

“Ser conscientes de cómo funcionan los algoritmos es clave. Los jóvenes no solo son consumidores; tienen el poder de decidir qué contenido quieren priorizar”, concluye Revollo.

Por su parte, Salamanca enfatiza la importancia de diversificar las fuentes de información. “No todo debe depender de lo que las redes sugieren. Los jóvenes tienen que ser proactivos al buscar contenido que los forme y los inspire”.

Los algoritmos seguirán evolucionando, pero es responsabilidad de los usuarios, y de las plataformas, asegurar que la experiencia digital no solo sea entretenida, sino también enriquecedora.

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