La gestión adecuada de las finanzas personales es esencial para lograr la estabilidad económica, especialmente en un contexto donde los imprevistos y las fluctuaciones del mercado pueden afectar de manera significativa la vida diaria. La creación de un presupuesto es el primer paso hacia un manejo financiero más organizado y consciente, siendo una herramienta crucial para alcanzar las metas económicas tanto a corto como a largo plazo.

“El presupuesto personal es una herramienta esencial para gestionar eficazmente los recursos financieros, permitiendo a las personas controlar sus gastos, planificar el ahorro y reducir el riesgo de endeudamiento”, explica Félix Orlando López Alarcón, economista especializado en riesgos financieros, finanzas y métodos cuantitativos y docente de la carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Uno de los aspectos fundamentales de la creación de un presupuesto es comprender con claridad tanto los ingresos como los gastos. Los ingresos no solo deben incluir el salario, sino también otras fuentes de generación de recursos, como trabajos adicionales o ingresos pasivos.

“Es fundamental aprender no solo sobre el dinero fiduciario, sino también sobre las nuevas tecnologías financieras, los ingresos, los gastos, el consumo, el ahorro y la inversión. Estos conceptos les permitirán tomar decisiones financieras informadas desde temprana edad”, asegura López.

Por otro lado, es esencial clasificar los gastos de manera detallada, diferenciando entre los gastos fijos, como el alquiler, servicios básicos o seguros, y los gastos variables, que pueden incluir alimentación, transporte y entretenimiento. Esta clasificación permite conocer, de manera precisa, en qué se está destinando el dinero cada mes, lo que facilita una mejor toma de decisiones financieras.

“Enseñar educación financiera tiene un impacto positivo en la economía personal a largo plazo, pero es crucial enseñar a los niños sobre los riesgos de no cuidar sus finanzas personales. Así, en el futuro podrán tener una base sólida para equilibrar su dinero”, añade el experto.

Establecer metas claras y alcanzables es otro pilar fundamental en el proceso de organización financiera. Estas metas pueden ser de corto o largo plazo, y deben adaptarse a la situación financiera actual. Por ejemplo, un objetivo a corto plazo podría ser ahorrar para un proyecto personal o pagar una deuda, mientras que un objetivo a largo plazo podría involucrar la creación de un fondo de emergencia o la compra de una vivienda.

“Establecer metas financieras claras y crear un presupuesto adecuado son pasos fundamentales para mejorar la seguridad económica y promover el desarrollo sostenible a nivel individual y comunitario”, concluye López Alarcón.

Aprender a ahorrar

El ahorro, por su parte, juega un rol indispensable en cualquier estrategia financiera. A pesar de que muchos podrían pensar que ahorrar requiere grandes cantidades de dinero, incluso un pequeño porcentaje de los ingresos mensuales puede generar un impacto significativo a lo largo del tiempo. Es recomendable dividir los ahorros en diferentes categorías, como un fondo de emergencia, ahorro para inversiones o proyectos futuros.

“La planificación financiera permite a las personas tomar decisiones informadas sobre su dinero, manejar riesgos y mejorar su calidad de vida, fortaleciendo así su bienestar económico a largo plazo”, informa la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Una vez establecido el presupuesto, el seguimiento constante es esencial para garantizar que se cumpla de manera efectiva.

Mantener un registro detallado de los ingresos y los gastos permite identificar posibles áreas de mejora, ajustar comportamientos y asegurar que las metas financieras estén al alcance. Existen diversas herramientas disponibles para realizar este seguimiento, como aplicaciones móviles o simples hojas de cálculo.

De acuerdo a un artículo de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el establecimiento y la revisión periódica de un presupuesto personal son pasos fundamentales para evitar el endeudamiento excesivo y promover una economía más estable.

Organizar las finanzas personales mediante un presupuesto no solo es una medida de control, sino una estrategia para alcanzar la libertad financiera. Al implementar estas prácticas, se pueden evitar sorpresas económicas desagradables y, lo más importante, se podrá vivir con mayor tranquilidad y estabilidad económica.

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