En 2024, más de 10 millones de hectáreas de bosques y pastizales en todo el país fueron consumidas por incendios provocados por la acción humana. Estos incendios no solo devastaron las áreas afectadas, sino que el humo se extendió hasta las ciudades, deteriorando significativamente la calidad del aire. Frente a esta situación, un grupo de jóvenes universitarios creó Tunari Safenet, un sistema que emplea sensores y drones para la prevención y alerta temprana de incendios.
El proyecto, nació en el Workshop de Fabricación Digital, realizado en el marco del Futures Week 2024, evento organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y que reunió a más de un millar de jóvenes en El Alto y Cochabamba con una treintena de expertos, con el fin de generar propuestas y proyectos para construir ciudades inteligentes de cara al 2030.
“La problemática que nosotros hemos abordado es la de la contaminación del aire en Cochabamba. Como saben, en los últimos meses, hemos estado llenos de humo en la ciudad por los diferentes incendios que se han presentado a lo largo del parque Tunari y también en toda la región del oriente boliviano”, explica Sebastián Morales, uno de los proyectistas.
El proyecto plantea el uso de nuevas tecnologías, tomando en cuenta tanto hardware (drones y sensores) como software (inteligencia artificial, big data, analíticas) para prevenir incendios forestales focalizados mediante un monitoreo constante de variables como la cantidad de humo y los focos de calor.
Tan solo en el parque Tunari, área de acción de la propuesta de los jóvenes, en 2023 se reportaron más de 60 incendios. Estos incendios, la mayoría provocados, afectaron más de 250 hectáreas de terreno, incluyendo pastizales y arbustos.
“Nosotros proponemos un sistema de monitoreo activo, mediante sensores detectores de humo, estos cubrirán un rango determinado y mandarán una notificación o alerta a una central para desplegar equipos que detecten el factor causante del humo, ya sean una persona o un factor alternativo”.
Como otro complemento, los estudiantes indican que proponen el uso de drones equipados para extinguir el fuego en sus etapas iniciales y evitar que este se propague.
Para desarrollar el prototipo, los estudiantes utilizaron placas y sensores Arduino, una plataforma de hardware y software de código abierto que permite a los usuarios crear y programar sus propios dispositivos electrónicos.
En específico se utilizó un sensor MQ2, especializado en la detección de gas y humo, así como un controlador SP86 de Arduino para que este se comunique con el sensor.
Es decir que el sensor, instalado en puntos específicos del bosque, puede detectar grandes concentraciones de humo, enviando una señal al controlador que registra la alerta.
Este controlador a su vez enviará datos a través de una red local, que envía alertas a las autoridades pertinentes.
“Lo que hicimos fue levantar una página web, esta página es un mapa donde cada sensor está representado por punto verde en unas coordenadas asignadas previamente. Entonces, cuando el sensor detecta grandes concentraciones de humo o de gas, el color del punto cambia a rojo y estos datos llegan al servidor y el servidor manda una alerta mediante un bot de Telegram”, explican.
Una vez se entra al link enviado por telegram, muestra la ubicación exacta del sensor que está detectando la alta concentración de humo y una vez hecho eso se pueden tomar las medidas necesarias, como mandar el dron con un agente extintor o realizar una alerta temprana a Bomberos.
Taller de fabricación digital
El taller dirigido por Francisco Flores, director de Laboratorios Urbanos de la Red Internacional de Ciudades Inteligentes, abordó temas cruciales para la transformación urbana. A través de la metodología del “diagrama del iceberg”, los participantes analizaron problemas ambientales de Cochabamba como la contaminación y los incendios forestales, y propusieron soluciones sistémicas que integran tecnologías emergentes.
Flores explica que la fabricación digital, además de permitir una producción más rápida y eficiente, fomenta la sostenibilidad al reducir el consumo energético.
“La fabricación digital democratiza la tecnología, ofreciendo a las personas la oportunidad de aprender y aplicar conocimientos para crear soluciones que impacten positivamente en nuestras ciudades. Este tipo de espacios permite que cualquiera pueda desarrollar proyectos y transformar sus ideas en realidades tangibles”, destaca.
El workshop también permitió que los jóvenes comprendan cómo la fabricación digital puede contribuir a la sostenibilidad de las ciudades al crear productos más eficientes y ecológicos. Al utilizar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, los participantes del taller generaron propuestas que podrían ser implementadas en el futuro para hacer de Cochabamba una ciudad más verde y equitativa.
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