El clásico de nuevo a escena. Es cierto que el momento de ambos es difícil, a Blooming le deben cuatro meses y a Oriente diez; los dos no pelean por el título y la mira está en cerrar de la mejor forma el año. Aún así, el entusiasmo del hincha es bueno y se espera que a las 19:30, cuando ruede el balón en el Tahuichi, haya un lleno total. Desde el campamento albiverde han confirmado que se pre sentarán con el primer plantel.

De los dos, solo Blooming tiene chances de clasificarse a una Copa Sudamericana, aunque debe ganar en estas últimas cinco fechas. Con 51 puntos, son sextos en la acumulada y su plaza aún no está segura porque GV San José (52), Aurora (55) y Nacional Potosí (56) también pelean los puestos de arriba. Para este encuentro, el DT Álvaro Peña pondrá lo mejor que tiene, incluido el brasileño Rafinha que está en óptimas condiciones.

En Oriente el panorama es más complicado. Sin chances de pelear por una Copa, el equipo hoy busca terminar de la mejor manera la temporada 2024. A los jugadores le deben hasta diez meses de sueldos y su presiden te, Ronald Raldes, pidió licencia. Quedó al frente el vicepresidente René Urioste, aunque tampoco ha dado certidumbre de cuándo el plantel puede tener estabilidad. Hay un quiebre total.

Para efectos de recaudación, Blooming auspiciará de local. Su presente es más estable que el de su rival, ya que aunque les deben cuatro meses, al menos el plan tel ha venido entrenándose de manera normal. Tienen en César Menacho y Rafinha a dos hombres vitales en ofensiva, además de contar con la experiencia de Juan Carlos Arce y Arquímides Figuera. En Blooming saben que para aspirar, hay que ganar.

En Oriente la principal baja pasa por Jhon García, que se ‘reventó en el partido ante Royal Pari ya que sufrió una lesión muscular que prácticamente lo apartó de la temporada. Como el equipo no se entrena de manera normal, para los jugadores la exigencia es fuerte en cada partido. El técnico Joaquín Monasterio intenta darle rodaje en cada partido a su plantel, aunque siempre es difícil.

El clásico 202 de la historia profesional se presenta así, con dos equipos en emergencia, necesitados por sumar para tener un alivio y aspirar. Eso sí, con el respaldo plenos de sus hinchas.