El 1 de diciembre de 2022 fue un día especial para el fútbol, especialmente para el arbitraje. La francesa Stephanie Frappart se convirtió en la primera árbitra en dirigir en un Mundial. Lo hizo en la victoria de Alemania sobre Costa Rica por 4-2, por la tercera y última fecha del grupo E de Catar 2022.

Frappart, de 38 años, encabezó la terna íntegramente femenina en el estadio Al Bayt junto a la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz Medina como asistentes, y completó una buena actuación en un partido que tuvo sus tintes de histórico, tanto por su presencia como por la eliminación de Alemania, la segunda consecutiva en fase de grupos después de salir campeón mundial en 2014.

Luego haber sido la cuarta árbitra del encuentro México-Polonia, por el grupo C, y de Portugal- Ghana, Frappart dio un paso más y fue elegida para un trascendental partido que definió la clasificación de Japón y España.

​ Frappart fue la primera mujer en arbitrar en la segunda división francesa (2014) y luego en la primera categoría -Liga1- (2019). También la primera en la Supercopa de Europa (agosto de 2019), en la Champions League (diciembre de 2020) y en la final de la Copa de Francia (el pasado 7 de mayo). El 14 de diciembre cumplirá 39 años.

De perfil bajo y sin redes sociales, la francesa dijo que siente "mucho orgullo y mucho honor" por el suceso histórico que la tiene como protagonista.

El camino hasta estar en uno de los eventos deportivos más vistos del planeta no fue fácil ya que en el medio debió lidiar con críticas. En 2020, por ejemplo, el entrenador portugués André Villas Boas, por aquel entonces al frente de Olympique de Marsella, le reclamó no tener "nivel" para árbitra.

Es la segunda de cuatro hermanos, dos de ellos fueron árbitros. "Yo era terca como una mula. Tenía vocación de árbitra desde niña y siempre viví en un mundo de chicos", contó hace un tiempo.

Una de sus asistentes, la brasileña Neuza Back, también de 38 años y hermana de un árbitro, participa 2009 del campeonato brasileño (en 2020 superó el centenar de partidos) y luego de cinco años se ganó el rótulo de internacional FIFA. 

Antes de Qatar 2022 estuvo en el Mundial de Clubes, en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y su debut en la Copa Libertadores masculina se produjo en el estadio de Defensa y Justicia en un partido contra Independiente del Valle en 2021.

La mexicana Karen Díaz Medina también tiene 38 años y una larga trayectoria en el fútbol de su país. Debutó como profesional en 2009 y en 2016 se sumó al plantel arbitral de la Liga MX de Primera División masculina. Es internacional FIFA desde 2018 y sumó experiencia en las eliminatorias mundialistas de Concacaf.

Muy respetada por sus colegas masculinos, las tres se metieron en la historia y marcaron un camino en el deporte más popular del mundo.

 Grandes pasos

Lo conseguido por Frappart se convierte en una gran motivación para las mujeres dedicadas a este oficio, que durante mucho tiempo estuvo reservado para los hombres. Ha tenido que ocurrir muchos cambios para que las damas que se dedican a esta profesión tengan su oportunidad, luego de sortear muchos obstáculos. A pesar de ello, han logrado desafiar lo establecido y consiguieron hacerse un espacio en el campo de juego, como ocurrió con Rosa Bonet, la primera árbitra en dirigir en la Liga Española en 1979.

El presidente de la Comisión de Árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol, Alejandro Mancilla, asegura que todo es parte de un proceso y que la recomendación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) es que las árbitras sean incorporadas en todos los niveles de la competencia futbolística.

Señala que uno de los principales requisitos para ser parte de las competencias internacionales, además de contar con una necesaria presencia en torneos de distintas categorías en el país de la réferi, es cumplir con las pruebas físicas, de tiempo e intensidad, las mismas que realizan los árbitros.

 “Las mujeres siempre han tenido un poco menos de intensidad en estas pruebas, pero el reglamento del fútbol de varones es para todos. La FIFA ha resuelto que los árbitros puedan dirigir mientras cumplan su prueba física, sin tomar en cuenta la edad, tienen que dominar el inglés y manejar el protocolo VAR”, indica Mancilla, que recuerda que adelantó que la Academia Nacional de Arbitraje pronto será una realidad, que permitirá los árbitros contar un certificado que avale su profesión.

 “Son dos años los que se necesitan para ser árbitros de fútbol. La Comisión de Árbitros tiene registradas nueve arbitras internacionales y 18 nacionales, de las cuales, seis ya han estado en la división profesional como asistente y cuatro han participados como cuarto árbitro”, añade.

Sueños

La yungueña Alejandra Quisbert está muy feliz por lo conseguido por Stephanie Frappart. A sus 32 años y luego de 11 años cómo árbitra, se ve reflejada en los logros obtenidos por la francesa y ahora sabe que llegar a un Mundial no es un sueño imposible.

Alejandra llegó al mundo en Chicaloma, donde también nació su pasión por el fútbol, la que, poco a poco se fue trasformando en un interés por arbitrar.

Se inició en el arbitraje en los torneos de la Asociación de Fútbol de La Paz, a los 19 años. Participó de torneos regionales como la Copa Simón Bolívar Femenina, además de los Juegos Plurinacionales.

Quisbert comenta que se animó a ser árbitra pesar de que en un principio veía que era una de las profesiones más ingratas por la intolerancia.

Sentía mucha discriminación por parte de los hombres, especialmente de los jugadores o de los técnicos, que siempre nos decían preguntaban qué hacíamos en la cancha y por qué no estábamos en la cocina”

Alejandra asegura, que todo eso, en lugar de desanimarla, le daba más más valor y la ayudaba a formar un carácter. “Claro que dolía, pero las árbitras fuimos, poco a poco, haciéndonos respetar dentro del campo de juego, como autoridad. Afortunadamente, ese machismo se ha ido extinguiendo, hoy se trata de sentar presencia y tener un buen carácter para no dejarse bajar la moral”, expresa.

Hoy celebra haber logrado debutar en el campeonato de la División Profesional del Fútbol Boliviano y dirigir la final de un campeonato internacional, el Sudamericano Sub 17, en marzo de este año.

Por su parte, Noemí Flores dejó la práctica del fútbol hace ocho años, luego de que el árbitro Jesús Antelo Chávez la invitara a integrarse al Comité de Árbitros del Fútbol Beniano. Hoy, a los 24 años, manifiesta estar satisfecha por la decisión tomada y por las oportunidades que se han presentado, especialmente haber podido dirigir un partido en la Copa Simón Bolívar femenina.

“El nivel del arbitraje femenino ha crecido mucho en los últimos años. Todo tiene que ver con los espacios que se les están dando a las mujeres. Es importante que nos den esa confianza porque es la única forma de demostrar de lo que somos capaces y que se den cuenta de nuestra capacidad”, expreso la joven árbitra, que estudia la carrera de Cultura Física y Recreación, en la Universidad Autónoma del Beni.

La tarijeña Adriana Farfán también entró en la historia del arbitraje nacional, al convertirse en la primera mujer del país en formar parte de un equipo arbitral en la Copa Conmebol Libertadores. Farfán fue cuarto juez en el partido entre Everton de Chile y Monagas de Venezuela, en febrero de este año.

Después de mucho tiempo, el arbitraje nacional volvió a ser considerado para llevar las riendas de un partido internacional y justo incluyo la presencia de una árbitra boliviana en la competencia.

Adriana tiene 30 años y lleva la credencial FIFA desde hace cuatro. Cuenta con experiencia en otros campeonatos internacionales, como sudamericanos, Juegos Odesur y Panamericanos.

“Estoy muy contenta, porque todas estas experiencias me permiten seguir creciendo dentro del arbitraje, ganando espacio y demostrando que las mujeres venimos sentando presencia en el fútbol internacional”, señala Farfán.

Otra tarijeña que se destaca en el arbitraje boliviano es María Cabezas, que empezó haciendo atletismo y, por una simple curiosidad, ingresó en el mundo del fútbol, donde terminó como una de las mejores árbitras del momento.

Ahora, asegura que se toma este oficio como una profesión y quiere llegar lo más lejos posible.

“Es una carrera más, uno lo toma así cuando se da cuenta de que está avanzando, a medida que se logra llegar a un nivel más alto uno intenta sobresalir. En el arbitraje hay que enfocarse en sus objetivos, el mío es ser árbitra internacional y dirigir en un mundial”, asevera Cabezas.

Según Alejandro Mancilla, se vienen grandes desafíos para el arbitraje, sobre todo, con la incorporación de más equipos en el próximo Mundial. “Al crecer el número de selecciones participantes se necesitarán una mayor cantidad de árbitros. Todo va a crecer y esperemos que la participación de mujeres en torneos de este nivel también”, concluye el presidente de los árbitros nacionales.


Frappart, junto a la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen
Díaz Medina, como asistentes en el choque mundialista


Alejandra Quisbert era parte de la selección de Chicaloma y luego se decidió por ser árbitra.





Alejandra, a punto de tomar la pelota, en la final del Sudamericano Sub 17.



La beniana Noemí Flores


La tarijeña Adriana Farfán también entró en la historia del arbitraje nacional



María Cabezas empezó haciendo atletismo

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