Una nueva polémica irrumpe en la escena pública boliviana. Y no, no tiene que ver con la desafortunada respuesta del presidente Luis Arce. Ya se encargó el asambleísta departamental Wilfredo Peinado, representante de la provincia Ángel Sandoval de reclamarle al mandatorio. Al ofensivo y acusatorio los cambitas nos están jugando sucio” manifestado por la autoridad nacional, el bonachón matieño le respondió con una sinceridad propia de los cambitas: “Es la incompetencia de él (Arce) de no administrar bien este país".

La Paz se declara como mejor destino gastronómico de Bolivia. Bajo el lema “La Paz, Destino Gastronómico Latinoamericano” el municipio se proyecta como destino culinario gracias a la expansión de sus restaurantes, el valor de sus chefs y el cariño de las caseritas. La noticia se ha hecho eco en Cochabamba donde han reivindicado su liderazgo gastronómico a punta de piques y silpanchos.

Los argumentos en este peculiar debate son, además de sabrosos, consistentes. Desde la sede de gobierno reivindican el trono entre humeantes llauchas con abundante queso y una picante ulupica, mientras aguardan con las crocantes marraquetas para completar su conquista de paladares. Cochabamba se defiende con un locoto relleno de entrada. El infaltable picante que sazona sus platos calienta la contienda en espera de que la mesa se complete con un k’allu, el abundante lapping o el internacional pique macho. A la distancia, en Santa Cruz aguardan con su majao y su keperí que paceños y cochabambinos resuelvan sus disputas. En la mesa, junto al ‘cambita’ debaten plácidamente el saice chapaco, el mondongo chuquisaqueño y la calapurka potosina; sabedores, eso sí, que será un debate largo y sabroso.