De acuerdo con Alaín de Canedo, abogado defensor de la expresidenta Jeanine Áñez, la causa de  que las audiencias de su patrocinada, previstas para iniciar este jueves 10 de febrero, sean virtuales se debe a que el Gobierno busca no complicar su imagen y, a la vez impedir que los medios y la ciudadanía conozcan el caso. El jurista ve que el traslado de Áñez puede generar un movimiento mediático y posiblemente el apoyo ciudadano, que dejaría mal parado al Gobierno.

De Canedo, entrevistado con EL DEBER Streaming, manifestó que la justicia de hace 40 años respetaba los derechos humanos de las personas y comparó a García Meza -al que calificó como dictador, y a quien se le siguió un juicio de responsabilidades- con su defendida, que permanece 11 meses con detención preventiva y se la busca juzgar por la vía ordinaria.

El jurista remarcó que antes de que el juicio comience ya se ha anunciado públicamente una condena de 12 años e incluso, se ha determinado que éste durará solo unas semanas.

De Canedo volvió a denunciar que los derechos de Áñez no son respetados y luego señaló que existen muchas irregularidades en este proceso, entre ellos que se juzgue a la expresidenta dentro de la justicia ordinaria, cuando le corresponde un juicio de responsabilidades. 

Por otro lado, recordó que la acusación de, supuestamente, haberse autoproclamado presidenta no corresponde, puesto que fue el Tribunal Constitucional el que emitió un comunicado el 12 de noviembre de 2019, que la salida al vacío de poder en el país era la sucesión ipso facto, en este caso en la persona de Áñez, es decir, fue el que avaló su presidencia.

El abogado rememoró que en 2019, después del  21 días de movimiento ciudadano, habían renunciado Evo Morales, Álvaro García, Adriana Salvatierra, Víctor Borda y Rubén Medinacelli, por lo que en la línea de sucesión y, por jerarquía, le correspondió a Jeanine Áñez ser la presidenta transitoria del Estado.

De Canedo afirmó que, debido a la mala salud de la expresidenta, la defensa presentó cinco cesaciones de detención preventiva y 10 audiencias de apelación en las que “se le negó sistemáticamente” a Áñez esa posibilidad.

Sobre la salud de su patrocinada recordó que ella padece de hipertensión arterial, una lesión en el corazón, una polineuropatía, afección en los nervios que le impide caminar, además de una depresión severa, clínicamente certificada.

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