En un momento en que Bolivia busca diversificar su matriz productiva, las voces de expertos en economía y política destacan tanto el potencial como las limitaciones del país en sectores clave. Así, surgen los agronegocios y el turismo como los sectores clave para incrementar los ingresos.

El economista Carlos Aranda dice que sectores como la agroindustria y el turismo enfrentan barreras significativas que frenan su crecimiento.
La agroindustria en Bolivia se enfrenta a desafíos como los cupos de exportación y las restricciones en el uso de biotecnología. Estas limitaciones impiden que el sector alcance su máximo potencial.

Aranda enfatiza que el Gobierno debe considerar estas barreras y trabajar para superarlas si quiere que la agroindustria sea un motor económico clave para el país.

El turismo, otro sector con gran potencial, sufre de baja competencia en el sector aéreo y servicios de migración lentos e ineficientes. Gonzalo Chávez, académico y experto en economía, coincide en que Bolivia tiene un gran potencial turístico poco explotado.

A pesar de sus paisajes únicos y diversidad cultural, el país no ha logrado posicionarse como un destino turístico competitivo a nivel global.

Tanto Aranda como Chávez coinciden en que las trabas burocráticas y la baja seguridad jurídica son obstáculos significativos para el crecimiento económico de Bolivia. Aranda menciona que el gobierno no toma en cuenta a ningún sector económico, y sus políticas, en lugar de beneficiar, a menudo hacen más daño que bien. Según Aranda, “las políticas económicas, en vez de beneficiar a un sector en concreto, deben seguir el credo de los médicos: lo primero es no hacer daño”.

Mientras Chávez señala que a economía boliviana ha cambiado y el contexto internacional también. “Hay que reconocer que han surgido nuevas oportunidades como la economía naranja, los servicios, la digital. Por lo tanto, el primer elemento de cambio es salir de la zona de confort del populismo extractivista y construir el futuro”, precisó.

Antonio Saravia, profesor académico y aspirante a la presidencia, argumenta que la clave para el éxito económico no radica en que el Gobierno impulse directamente sectores específicos. En su lugar, Saravia sugiere que el Gobierno debe “hacerse a un lado”, reduciendo impuestos, burocracia y regulaciones.

 Según él, en un ambiente propicio, los agentes privados podrán identificar las oportunidades más rentables y desarrollar el país de manera efectiva. “La clave no es identificar sectores y hacer que el gobierno los impulse; la clave es que el gobierno no moleste”, afirma Saravia.

En conclusión, mientras Bolivia posee un potencial en la agroindustria y el turismo, la intervención gubernamental continúan siendo un obstáculo.

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