La esposa del general de servicio pasivo Tomás Peña y Lillo denunció, la madrugada de este jueves, que policías llegaron a su casa en busca de su pareja, pero aseguró que desconoce su paradero.

En un video enviado al periodista John Arandia, la mujer, identificada como Katherine, dijo que, pasada la medianoche, inicialmente un grupo de cuatro policías llegó a su casa y que, de manera “cortés”, preguntaron por su esposo.


“Me dijeron si podían entrar a la casa, me hicieron firmar un acta y los cuatro policías ingresaron a mi casa y revisaron absolutamente todo (…), pero yo desconozco el paradero de mi esposo”, afirmó.

Contó que, tras esa revisión, los uniformados se fueron aunque horas después llegó otro contingente policial de mayor número y que, a diferencia del primer grupo, “ya no era gentil”.

Ellos vinieron en forma muy grosera y  también preguntaron por mi esposo; pero él no se encuentra en mi casa, desconozco su paradero. Entonces, me dijeron que mi hijo y yo debíamos acompañarlos, pero yo dije: 'Dónde está su orden de allanamiento'”, señaló.

Agregó que logró ver al menos cuatro vehículos policiales  en la calle y que se retiraron después de ser amenazados con que se iba a convocar a la prensa y a organismos internacionales.

Además, “ellos no me pueden hacer nada, porque soy una comisionada de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos)”, remarcó.

Mientras, “en este momento (sigue) una camioneta policial acosándome en la puerta de mi casa”, continuó.

En horas de la tarde del miércoles, un grupo militar irrumpió en la plaza Murillo de La Paz, incluso con un carro de combate abrió por la fuerza la puerta del antiguo palacio de gobierno y ese hecho fue denunciado por la administración de Luis Arce como un “intento de golpe de Estado”.​

Horas después, fueron aprehendidos los ahora excomandantes del Ejército y de la Armada, Juan José Zúñiga y Juan Arnez.​

Lea también

PAÍS

El día que el golpe de la tanqueta militar abrió las puertas del Palacio Quemado

El intento de toma del Palacio de Gobierno duró cerca de tres horas. El general Zúñiga comandó la movilización y fue aprehendido. El presidente relevó a los jefes militares