Paraguay no tiene control aéreo. Es el único país de Sudamérica que no cuenta con radares. Es por eso que las mafias prefieren usar el cielo paraguayo para introducir droga desde Bolivia. En el país creció la demanda de cursos de pilotaje y también la matriculación de avionetas. En Paraguay cada día hay noticias sobre la incautación de droga que llegó a ese país en avionetas y el suelo utilizado para descargar las sustancias controladas es el Chaco paraguayo.

La Secretaría Nacional de Antidrogas (Senad) de Paraguay identificó al Chaco de su país como una “zona roja” por la cantidad de hechos relacionados al narcotráfico. Casi la totalidad de decomisos de droga que se dio en esa región fue por sustancias que llegaron desde Bolivia vía aérea.

“Paraguay no es productor. La cocaína viene de Bolivia, Perú, Colombia, Perú, Venezuela, y llega por el Chaco porque los narcos encontraron ese territorio como zona liberada”, explicó el ministro del Interior paraguayo, Enrique Riera. La autoridad ratificó que la mayoría de esa droga llega desde Bolivia en avionetas, pero también por la vía terrestre y fluvial, en el último caso utilizando la hidrovía Paraná-Paraguay.

En 2022, el Senad informó que el 80% de la droga que arriba a Paraguay proviene de Bolivia, ya sea cristalizada o en pasta base. Además, ingresa a ese país cocaína peruana, colombiana y ecuatoriana, pero en menor medida. Además, detalló que la droga que llega a ese país generalmente sale a Argentina y Brasil.

Pistas clandestinas

Esta institución paraguaya identificó pistas clandestinas en el Chaco, donde las aeronaves bolivianas pueden llegar a aterrizar y dejar las cargas. Una vez que dejan la droga en Paraguay, las avionetas regresan a Bolivia. En ese país, organizaciones paraguayas trasladan la droga desde la zona fronteriza, tanto por vía aérea como terrestre, hacia la zona central, donde se encuentran principalmente los puertos en el río Paraguay.

Según el Senad, los narcotraficantes contaminan la droga en cargamentos lícitos, como de carbón vegetal y productos orgánicos, que se transportan en grandes buques atravesando otros países, como Uruguay y Brasil, para emprender viaje a Europa.

“El factor más importante es la oportunidad para el negocio (narcotráfico) en Paraguay que no hay en Brasil y Argentina, donde existe más control, el segundo factor es que la frontera y el espacio aéreo de Paraguay es más desprotegido al no tener radares y tercero, el tiempo que demanda un vuelo desde Bolivia a Paraguay, que en menos 30 minutos llegas se pasa la frontera, por eso ese país es el destino preferido o elegido para desde allí distribuir la droga”, explicó el militar en retiro Jorge Santistevan.

Según registros periodísticos, entre 2019 y 2023, además que tres narcopilotos bolivianos reincidieron en tres ocasiones, dos avionetas que fueron secuestradas volaban cargando droga y entre los detenidos en Paraguay dos eran pilotos de Boliviana de Aviación (BoA), y hay además un excapitán de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) implicado en el transporte de droga a Paraguay.

El diputado de Comunidad Ciudadana Jairo Guiteras considera que la “cercanía entre Bolivia y Paraguay” convierte a ese país en una región “estratégica para el ilícito. Se debe priorizar las tareas de lucha contra el narcotráfico con el país vecino”.

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