“A nombre de todos los bomberos voluntarios que se encuentran trabajando en el lugar, a nombre de los guardaparques, a nombre de los niños y las personas que hoy respiran humo en esa zona. Por favor, les pedimos declarar desastre nacional”, clamó entre lágrimas una bombera al ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer Rosales.


La voluntaria era parte del público en una reunión que sostenía la autoridad nacional con otros representantes, pero ella no dudó en levantar la mano y hablar de manera directa y de frente con el ministro.

“No dejen que el Atlas sea un libro más para nuestros hijos, sean ustedes la voz de los que hoy estamos peleando de cerca y de frente al fuego. Por favor, son cuatro millones de hectáreas, miles de animales muertos, sin agua no hay vida, sin bosques no hay agua, no hay nada. "Las manos ya no alcanzan, por favor intervención internacional le rogamos", añadió la voluntaria.

Ante el pedido de la mujer, el ministro contestó que “primero, tenemos que tener información clara, no podemos decir 4 millones (de hectáreas) garantizado, cada institución puede verter cualquier dato, pero nosotros estamos realizando un trabajo serio y responsable”.

Lisperguer se refería a los datos que emite a diario el Centro Nacional de Monitoreo de Incendios sobre la cantidad de siniestros activos, en cada departamento y municipio e incluso la cantidad de bosque y pastizales consumidos. Aunque éstos datos se contraponen a los expuestos por la Fundación Tierra.

Esta última instancia afirma que son más de 4 millones de hectáreas quemadas. Santa Cruz con 2,6 millones de hectáreas, Beni con 1,3 millones de hectáreas y La Paz con 18.990 hectáreas.

Desafortunadamente, en ambos casos se evidencia que gran parte de los incendios activos están concentrados en Santa Cruz, con 53 detectados afectando a 15 diferentes municipios.

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