La Paz es una de las ciudades bolivianas que de manera recurrente enfrenta problemas en casi todas las épocas de las lluvias, por su accidentada topografía y por su construcción sobre una serie de ríos.

La noche del sábado, una mazamorra arrasó con todo a su paso en la zona de Bajo Llojeta, donde al menos 40 viviendas fueron afectadas y una niña de cinco años murió sepultada por el lodo.

El desastre fue provocado por el movimiento de tierra realizado por los propietarios del Cementerio Los Andes, aprobado por el municipio de Achocalla, según información de la Alcaldía paceña.

“La falta de previsión y los problemas no resueltos de límites municipales nuevamente ocasionan desgracias y tragedias en La Paz. Mi solidaridad con la familia de Camila y con quienes han perdido sus hogares y sus pertenencias”, escribió el expresidente Carlos Mesa en su cuenta en X.

Agregó que es necesaria una investigación y una sanción ejemplificadora, “pero sobre todo trabajar en un plan definitivo de metropolización para acabar con la descoordinación y la improvisación”.

El presidente Luis Arce, que visitó el domingo la zona de la tragedia, también afirmó que “hay que hacer una investigación mucho más profunda sobre las razones que han generado” el deslizamiento de la mazamorra.

El alcalde de La Paz, Iván Arias, confirmó que durante esta jornada presentará la denuncia en contra los propietarios del Cementerio Los Andes junto a los vecinos afectados.

“Espero que el presidente (Arce), que ha dicho que irá hasta las últimas consecuencias en las averiguaciones, se suma a este proceso”, dijo Arias.

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