Dos días después de su segundo intento de asesinato, Donald Trump reanudó su campaña en Flint, en el estado clave de Michigan. Kamala Harris, que llamó al expresidente tras el atentado, habló ante la Asociación de Periodistas Negros en Filadelfia, donde denunció el “discurso de odio” de su rival.

La seguridad en torno al candidato republicano se ha reforzado. Además de los guardaespaldas habituales, policías de élite lo siguen a todas partes con fusiles de asalto y chalecos antibalas, señala nuestro corresponsal en Miami, David Thomson.

Dos días después de un presunto intento de asesinato, Donald Trump rindió homenaje a los agentes del Servicio Secreto que lo protegen, y en particular al que localizó al sospechoso en su campo de golf de Florida. 

“Uno de los agentes estaba caminando dos hoyos delante de mí, y ve un rifle - un AK 47 - algo bastante serio, creo. Y ve el cañón del arma asomando entre los arbustos. ¿Te lo imaginas? El tipo estaba listo. Estaba listo para hacerlo. Así que el oficial no dijo una palabra. Sacó su pistola y empezó a dispararle. Y el tipo salió corriendo”, ha explicado el expresidente en un mitin en Flint (Michigan).

“Solo disparan a los presidentes importantes”, ha dicho Donald Trump, que ha relacionado el intento de asesinato con sus planes de imponer fuertes impuestos a las importaciones de coches de México y China.

El candidato republicano dijo haber recibido una llamada de Joe Biden tras el atentado. Su rival, Kamala Harris, que se encontraba de viaje en el estado clave de Pensilvania, también se puso en contacto con él el martes para decirle directamente que “se alegraba de que estuviera a salvo”, dijo un funcionario de la Casa Blanca. La conversación fue “cordial y breve”, según la misma fuente. La demócrata fue “todo lo amable que pudo ser” durante la llamada, dijo Donald Trump en su mitin en Flint.

Pasar la página Trump

Sin embargo, fue menos cordial con su oponente político durante su reunión con la Asociación de Periodistas Negros en Filadelfia. Kamala Harris condenó el papel de Donald Trump en la difusión de información falsa sobre migrantes haitianos que supuestamente comían perros y gatos en un pequeño pueblo de Ohio llamado Springfield. “Es un auténtico escándalo”, ha dicho sobre el revuelo que desde entonces sacude la localidad, donde se han sucedido las amenazas de bomba y los cierres de lugares públicos. “No se le puede confiar la responsabilidad de ser presidente de Estados Unidos cuando participa en este tipo de discursos de odio”.

En Estados Unidos, la cuestión racial estructura la vida social y política. La gran mayoría de los afroamericanos votan a los demócratas, pero los sondeos de opinión muestran que cada vez más jóvenes negros se interesan por las políticas económicas de Donald Trump. Atraer a este electorado se está convirtiendo, por tanto, en crucial para ambos candidatos.

Pero desde el inicio de su campaña, Kamala Harris ha intentado no utilizar el color de su piel como argumento electoral. “Los hombres negros son como cualquier otro grupo de votantes. Hay que ganarse su voto. Así que estoy trabajando para ganar su voto, sin darlo por hecho porque soy negra, sino porque mis políticas y mis puntos de vista entienden lo que tenemos que hacer para satisfacer las necesidades de todas las comunidades”, explicó, expresando una vez más su convencimiento de que los estadounidenses están preparados para pasar la página de Trump.