Por: Dr. Douglas Villarroel/ Endocrinólogo

Los síntomas de la deficiencia de hierro generalmente son fatiga, falta de energía, cansancio fácil, alteraciones del sueño, etc. Si no se hace tratamiento, la deficiencia de hierro lleva a la anemia.

Para saber si hay deficiencia de hierro, es mejor hacer un análisis de ferritina en lugar de un hemograma, ya que la ferritina mide los depósitos de hierro en el cuerpo. La hemoglobina, que se mide en el hemograma, solo indica anemia y no deficiencia de hierro. 

Muchas mujeres no saben exactamente qué es sangrado menstrual abundante. Las señales de sangrado menstrual excesivo se dan cuando empapan una toalla sanitaria cada dos horas, o sangran durante más de siete días. Controlar el sangrado menstrual es muy importante para tratar la deficiencia de hierro.

Cuando una mujer tiene sangrado menstrual abundante y deficiencia de hierro, puede ser por una endometriosis o por fibromas. Se pueden realizar tratamiento para disminuir el sangrado, como el uso de píldoras anticonceptivas o dispositivos intrauterinos hormonales. Otra opción es un medicamento llamado ácido tranexámico.

La suplementación de hierro es muy efectiva para aumentar los niveles de hierro en el cuerpo. No es recomendable tomar más de 100 miligramos de hierro al día, ya que dosis más altas pueden causar efectos secundarios como estreñimiento o náuseas y eso disminuye la absorción del hierro. La mayoría de las tabletas de hierro comunes contienen 325 miligramos de sulfato ferroso, que aporta 65 miligramos de hierro elemental, por lo que una sola pastilla es suficiente. 

Es importante evitar tomar suplementos de calcio, leche, café, té o alimentos ricos en fibra al mismo tiempo que el suplemento de hierro, ya que estos pueden interferir con su absorción. La suplementación mejora los niveles de ferritina en aproximadamente tres meses, lo que permite que una persona dependa de su alimentación para obtener hierro una vez que los niveles se normalizan y el sangrado menstrual disminuye.

La alimentación es clave para el mantenimiento de niveles adecuados de hierro. Los hombres de cualquier edad y las mujeres mayores de 50 años deben consumir al menos 8 miligramos de hierro al día, mientras que las mujeres de 19 a 50 años necesitan 18 miligramos. Durante el embarazo, se requieren 27 miligramos.

El hierro se encuentra en dos formas en los alimentos: hemo (de origen animal) y no hemo (de origen vegetal). El hierro hemo se encuentra en carne, aves y pescado, y se absorbe más eficientemente. El hierro no hemo se encuentra en alimentos de origen vegetal como lentejas, frejoles, verduras, cereales y nueces. A pesar de la menor eficiencia de absorción del hierro no hemo, los alimentos de origen vegetal pueden ser excelentes fuentes de hierro. Por ejemplo, una taza de lentejas cocidas contiene 6,6 miligramos de hierro. 

Para mejorar la absorción del hierro no hemo, se recomienda combinarlo con potenciadores de la absorción, como alimentos ricos en vitamina C como la naranja. Por otro lado, se deben evitar los bloqueadores de la absorción, como ciertos compuestos presentes en el té y el café. También se pueden buscar alimentos enriquecidos con hierro, como cereales fortificados.