Según un sondeo de opinión realizado por U-Report de Unicef Bolivia, ocho de cada 10 adolescentes y jóvenes, varones, mujeres y de otras orientaciones sexuales expresan sentir angustia, depresión y ansiedad a causa del nuevo contexto social, familiar y personal producto de la pandemia del Covid-19. Sin embargo, el 75% de ellos no buscó algún tipo de ayuda sicoemocional. El estudio confirmó que la violencia y el maltrato en las familias se agravó durante la pandemia.

De las 745 personas consultadas, el 61% no tiene conocimiento sobre a quién recurrir o dónde acudir en caso de tener problemas que puedan vincularse con depresión, estrés, ansiedad u otras afecciones sicoemocionales, solo el 39% respondió que sí tiene conocimiento.

También se les preguntó si en los últimos seis meses solicitaron algún tipo de apoyo sicológico, el 75% respondió que no. Solo a quienes respondieron negativamente se les preguntó por qué no buscaron orientación sicoemocional, a lo que el 44% respondió “porque lo podían solucionar solos”, el 13% por “temor a la exposición o vergüenza de ser juzgado”, el 9% por el costo económico que podría significar esa atención, y el 6% por la poca confianza que tienen a los servicios de apoyo emocional, entre otras respuestas.

Al respecto, Unicef cuenta con una línea gratuita que brinda apoyo sicoemocional a niños, niñas y adolescentes, jóvenes, mujeres y población en general para prevenir la violencia y canalizar denuncias, dando respuesta inmediata y efectiva. El número de esta línea es 800-11-3040.



“Bajoneados”, insomnes y agobiados por su futuro académico

Ocho de cada 10 entrevistados señalaron sentirse deprimidos cuando se les preguntó “¿Te sentiste bajoneado/a (deprimido/a) en algún momento sin entender el por qué?”. También 8 de cada diez viven tal ansiedad que les impide dormir, socializar y realizar actividades debido a la gran cantidad de pensamientos que les generan intranquilidad.

El estudio y rendimiento escolar es motivo de extrema preocupación en los adolescentes y jóvenes; como en los casos anteriores 8 de diez entrevistados (83%) expresaron estar “agobiados y angustiados". Según anteriores sondeos realizados por U-Report, la raíz de esto es la modalidad de estudio virtual debido a la pandemia de Covid-19, las restricciones físicas y de cuidado de salud permanente que suspendieron la socialización y asistencia presencial en la vida escolar, la interacción con profesores y entre alumnos, así como las actividades extraescolares.

El nuevo dato es respaldado por un anterior sondeo realizado en 2021, cuando 65% de entrevistados respondió que en 2020 “aprendieron menos” que, en 2019, y que, en 2021, “aprendieron menos o igual” que en 2020 (51%).

De los 745 entrevistados, el 59% se encuentran entre los 15 a 19 años, momento de conclusión de la vida escolar. En esta edad se toman decisiones que afectan y definen el futuro de las personas, ya sea el iniciar estudios técnicos o universitarios, o ingresar al mercado laboral.

La violencia afecta relaciones familiares

Otro aspecto que abordó el sondeo de opinión tiene que ver con cómo se sienten adolescentes y jóvenes en el seno familiar; se les preguntó: “¿Consideras que las restricciones, el estrés por la pandemia y la situación actual hacen que las relaciones en casa se hayan deteriorado?”. El 61% respondió que sí, 24 % dijo no y 15% “prefirió no responder”.

Estos porcentajes reflejarían que 6 de cada diez adolescentes y jóvenes perciben algún grado de quiebre en la relación con sus propias familias, situación atizada por la pandemia del Covid-19.

La consulta fue complementada preguntando: “¿Conoces a algún compañero o compañera que sea víctima de violencia, intimidación o maltrato?”, a lo cual un 22% respondió que sí y un 78% que no. Este dato podría parecer contradictorio con la respuesta dada sobre el deterioro de las relaciones familiares, pero si precisamos que en esa pregunta hay un 15% que prefiere no responder y la referencia anterior de que el 44% de los encuestados no buscaron orientación picoemocional porque consideran que pueden solucionar solos sus problemas, puede interpretarse que estas personas admiten que existen otros adolescentes y jóvenes que sufren violencia en sus entornos familiares, pero minimizan y naturalizan las agresiones físicas y sicológicas que enfrentan en sus propios hogares.

Lea también

Edición Impresa

Cierre de colegios por Covid-19, ¿error o acierto?

Hay quienes cuestionan que el encierro aumenta los problemas de salud mental en los menores, pero también las cifras muestran aumento de casos de abuso

Lea también

Edición Impresa

Salud mental y pandemia

La pandemia ha vislumbrado la necesidad de atención de la salud mental en todas las edades