“Gracias señor juez, le agradezco, acepto la pena, la cumpliré porque me lo merezco”. Así respondió un hombre de 49 cuando el juez José Cossio, le impuso una condena de cumplimiento de tres años de cárcel por delito de violencia familiar y doméstica, a su hermana, a sus sobrinos y a su madre.

El hombre que según las investigaciones causó un verdadero drama familiar en su casa, fue detenido por la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), y luego imputado por violencia familiar y doméstica por la fiscal asignada Lisbeth Mabel Andrade Tastaca.

Gozaba de libertad desde hace más de un año, después de cumplir una sentencia de 15 años en la cárcel de Palmasola por violación a una mujer anciana. También fue encarcelado por hurto y otro delito penal.

Fue puesto ante el juez a denuncia de su hermana y madre de dos hijos menores. Ella suplicó porque estaba cansada de su hermano mayor dedicado al vicio del alcohól porque todo el tiempo le propinaba golpizas, igual ultraja física y sicológica a sus dos hijos menores. La denunciante frente al juez dijo: “Lamentablemente mi hermano no respeta ni a su madre, también la golpea, intenta matarla y violarla”.

La hermana que impulsó la denuncia declaró frente al juez: “Lamento decir que mi hermano es un peligro, me golpea todo el tiempo, llega borracho, sale y se pierde, regresa y nos vemos obligados a botarlo a la calle y cerrarle la puerta, pero vuelve y se bardea y aparece con un machete. Señor juez a mi madre tenemos que trasladarla a la casa de vecinos para que se salve. Ya no sabemos qué hacer, tiene que estar en la cárcel y dictarle una sentencia dura”, dijo en la audiencia, mientras miraba a su hermano.

En su testimonio frente al juez José Cossio, la hermana ratificó lo que había revelado a la Fiscalía y a la Felcv. “Señor juez, mi hermano ya se pasó, incluso lo pillé violando a mis dos perritas, me da pena decirlo, pero es así, los animalitos son indefensos”, dijo.

Al escuchar todo, el imputado, le dijo a la fiscal Lisbeth Mabel Andrade Tastaca y al juez que aceptaba procedimiento abreviado. El juez expresó que es la voluntad del imputado el requisito y con la fiscal se dictó el procedimiento y se le aplicó tres años de cumplimiento de condena.

Sin embargo, el juez Cossio, reflexionó al hombre. Le dijo que siendo el mayor de los hermanos más bien tendría que ser el principal protector de la familia cuando es todo lo contrario. La hermana pidió la palabra y dijo que el fallo debe ser más duro porque su hermano siempre amenaza y todos tienen miedo. “El tendría que cuidarnos, pero mire, soy tu hermana, me duele, pero ya no se puede”, dijo la víctima, sentada junto a la fiscal Andrade.

Todo por seguir a mis amigos

El imputado sentado, con el pantalón arremangado y una polera, no se cansaba de agradecer al juez por el fallo ante la mirada de la fiscal, del policía y personal del juzgado. “Gracias señor juez, voy a cumplir, me lo merezco, estoy arrepentido, iré a la cárcel otra vez y quiero cambiar”.

Al final de la audiencia el policía le colocó las manillas y el imputado, él le pedía perdón a su hermana, ella se lamentaba y lo reconocía como el hermano mayor, pero que sentía tristeza por lo que pasaba.

El hombre reveló que son cuatro hermanos. “Uno ya murió, ahora quedamos tres, ella es la única mujer. No es tan así yo soy alcohólico, siempre bebo, eso es lo malo, estoy enviciado, es verdad. Ya pagué 15 años por otro caso, pero voy a cambiar”.

Dijo que su hermana, que es más alta que él le pega, lo agrede. “No es tan así ella se fue a vivir a España, nosotros nos quedamos con sus hijos, o sea mis sobrinos, volvió y está en la casa. Me botan a la calle sin contemplación”, dijo.

Reconoció que desde muchacho se juntó con amigos y que se dedicó a la bebida hasta llegar a cometer actos violentos. “Por hacerle caso a mis amigos y seguirlos, gastábamos nuestra plata en trago, en jarana y ahora quedé solo. Cuando estuve en la cárcel nadie me visitaba, ni mi familia, peor mis amigos a quienes yo ayudé. Ahora me doy cuenta que no hay amigos, solo Dios que está en los cielos. Tengo que cambiar en estos tres años que me toca, cumplir. Amo a mi madre, a mi hermana les pido perdón”, dijo mientras salía enmanillado del juzgado con los policías. La fiscal Lisbeth Mabel Andrade consideró que este caso no es común, es un verdadero drama que le impresionó. “Pocas veces se dan estos casos, es lamentable, este drama familiar que involucra a un hombre” que reconoció su delito y ojalá cambie para su bien”, dijo.

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