El 23 de marzo pasado un menor de16 años cumplía su sueño de participar por primera vez de voluntario en el censo de población y vivienda en Santa Cruz. Eran las 11 de la mañana cuando había terminado de censar varias casas en una calle y se aprestaba a iniciar otra calle en viviendas, cuando es asaltado por motociclistas armados con cuchillos. Lo golpearon, le arrebataron su mochila con material censal, le robaron sus pertenencias y lo abandonaron.

El hecho derivó en una movilización policial que después se captura a los motociclistas, fueron enviados a la cárcel, pero ya salieron libres por decisión de la juez 14 de instrucción de la Pampa de la Isla María Alejandra Menacho Melgar, que declaró extinguida la acción penal y el archivo de obrados. El fallo fue calificado por la Fiscalía un menosprecio a la seguridad de un menor, de su vida y dejar impune un caso de estado al considerar que la víctima era un servidor voluntario del censo.

El adolescente censista

La historia del menor censista se registra en un expediente elaborado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y la Fiscalía.

El censista se encontraba en el barrio Nazareno de la zona Los Cusis final de la avenida Virgen de Luján. “Yo me encontraba censando por mi zona y cuando terminé mi calle me tocaba ir a otra calle. Me detuve debajo de un árbol a anotar en eso apareció una motocicleta de color negro con blanco y estaba con dos hombres.

Uno se bajó, me golpeó la cabeza, el rostro, me robaron mi mochila con material y mi celular y la moto escapó”, dijo. El adolescente se recuperó y como pudo llegó a su casa, pidió ayuda a su papá quien denunció todo a la Policía.

Tras patrullajes la Policía logró detener la motocicleta con los sujetos en la avenida Virgen de Cotoca. Fueron detenidos los autores del asalto identificados como Jorge David Aponte y Adrián Orihuela Roca. Luego por la zona de San Jorge los agentes recuperaron en un basurero botado el material censal. Los asaltantes resultaron ser autores de otro robo agravado en la misma zona a una joven mujer que también trabajaba de voluntaria en el censo.

Fueron presentados en rueda de prensa por el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo y considerados de alta peligrosidad. Médicos forenses certificaron impedimento de la víctima por el ataque de los asaltantes. En desfile identificativo los asaltantes fueron reconocidos por el adolescente y la Fiscalía los imputó por robo agravado y organización delictuosa. La juez María Alejandra Menacho Melgar ordenó su detención por 30 días en Palmasola.

Sin embargo, el 19 de junio los imputados presentaron pedido de extinción de la pena a la juez con el argumento de que se devolvió el valor del celular que robaron al adolescente. La juez celebró la audiencia virtual, ordenó conciliación y extinguió la acción penal y el archivo de obrados. Argumentó que hubo un acuerdo, un desistimiento, conciliación y que el juicio contra los asaltantes no correspondía. Ese mismo día emitió los mandamientos de libertad en favor de los sujetos.

La Fiscalía se opuso al fallo y presentó a la juez documentos que prueban que los imputados tienen antecedentes por robo agravado y violencia familiar y doméstica. Además, la Fiscalía fundamentó que se trata de un asalto por personas de alta peligrosidad que lo hicieron contra un adolescente que servía al Estado.

En este caso según la Fiscalía jamás correspondía una conciliación, peor el desistimiento por la devolución de un celular, dejando en libertad y extinguir. Se dejó un caso en la impunidad, se dejó en la inseguridad total a un menor protegido por el estado y libre a asaltantes con múltiples antecedentes”, aseguró la Fiscalía.

Sin embargo, una comisión fiscal presentó apelación inmediata para revertir el fallo emitido por la juez Alejandra Menacho en favor de los imputados Jorge David Aponte y Adrián Orihuela Roca. La audiencia de apelación fue admitida por el Tribunal Departamental de Justicia.

Fue fijada para el 7 de noviembre en la Sala Penal Segunda del vocal Edil Robles. La Fiscalía y la Felcc aseguran desconocer el paradero de los asaltantes en motocicleta. Mientras que el adolescente se siente abandonado y con temor por su vida.

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