El fuego ya consumió más de 200.000 hectáreas, hay incendios de magnitud en distintos municipios y las tareas se complican por la falta de combustible que paraliza la maquinaria para seguir en la lucha contra las llamas.

En Roboré, uno de los municipios con mayor afectación, claman por apoyo para combatir los incendios que amenazan comunidades.

“Faltan vehículos y combustible. El Gobierno Municipal ya no tiene fondos y se está tocando todas las puertas posibles para poder trasladar a los bomberos. Están las brigadas comunales, pero también se necesitan vehículos y combustible, se está moviendo con lo último que hay”, manifestó Rubén Darío Arias Ortiz, presidente del Comité de Gestión del Área Protegida y UCPN Tucabaca.

Arias informó que el Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM) se activó este lunes, se creó el comando de incidencia y empezaron a enviar cartas a distintas instituciones para pedir ayuda.

Otros pobladores indicaron que ya hay una cisterna parada por falta de diésel. También advierten que el fuego está incontrolable y falta ayuda para los bomberos, como agua, bebidas hidratantes y alimentos no perecederos.

El cacique de la comunidad San Lorenzo Nuevo, Leonardo Rodríguez Guerrero, informó que hace tres días no han podido dormir, desde que empezó el fuego, pero hay tres grupos de bomberos que están viendo la forma de controlar las llamas con el uso de maquinaria pesada.

“El fuego ha llegado a 150 metros de la comunidad. Hemos trabajado hombres y mujeres para paliar el problema, y gracias a Dios llegaron bomberos preparados. También hay maquinaria que nos ha ayudado”, indicó.

Temen que el fuego afecte la toma de agua. “Tenemos miedo que se nos vuelva a quemar la cañería como ha sucedido en años anteriores, entonces hay gente que está viendo esa situación”, dijo.

En este lugar tienen preparada la casa comunal y la escuelita para evacuar a niños y a los de la tercera edad. También está lista una ambulancia para prestar cualquier tipo de auxilio.

Hace ocho meses que no llueve, por lo que el monte está seco y arde con facilidad. Las plantaciones de cítricos  están afectadas por la sequía. “Es bastante triste, nosotros vivíamos del cítrico, de la producción de limones, pero mucha gente ya no tiene para cosechar y vender, porque las plantas están secas, la situación es desesperante”, indicó.

Daniela Justiniano, de Alas Chiquitanas, señala que preocupa que no se ha llegado a la temporada crítica y ya se registran incendios de magnitud, como los de Roboré.

Estos incendios, de carácter incontrolable, requieren maquinaria pesada para ser combatidos; sin embargo, falta combustible.

Justiniano subraya que esta situación se había advertido hace más de un mes: “¿Qué se hará si falta combustible? No solo se necesita para los vehículos y la logística, sino también para la maquinaria.”

En su criterio, la ausencia de previsión por parte de los tres niveles del Estado es evidente, dado que no se tomaron medidas para asegurar los recursos necesarios. “La crisis no se supo hoy, por qué desde un inicio no se tomaron las previsiones necesarias”.

Destaca la necesidad de endurecer la normativa, aumentando sanciones y multas, y de realizar un seguimiento más riguroso de las denuncias para asegurar que los infractores sean debidamente sancionados. “Si no se castiga a los responsables con severidad, y si las leyes no cambian, seguiremos enfrentando los mismos problemas año tras año,” enfatiza.

También observa la falta de coordinación y cita como ejemplo a Roboré, que tiene declaratoria de desastre desde el 10 de julio, pero la gente se pregunta qué se hizo desde entonces entre el municipio y la Gobernación para tener los recursos necesarios para hacer frente a la emergencia.

Justiniano también hace un llamado para atender a incendios menos visibles en redes sociales, como el del ANMI San Matías, que ya ha consumido casi 40.000 hectáreas del área protegida en las últimas dos semanas.

Resalta la necesidad urgente de apoyar a los bomberos en primera línea. Además de agua, requieren botas, guantes, pilas, y productos de rehidratación como sales y bebidas para reponer los minerales perdidos durante la exposición al fuego. También se necesitan medicamentos esenciales como cremas para quemaduras y colirios para los ojos.

Los incendios

En el departamento hay  26 incendios y hay siete comunidades rodeadas por el fuego. El instructor de Bomberos Forestales de la Gobernación, Jaime Zorrilla, informó que son Candelaria, Pozones, El Chorro, Limones, Naranjos, San Lorenzo Nuevo y San Lorenzo Viejo. La ABT se reunió con la Policía, Fiscalía y Asamblea Legislativa para reforzar las acciones contra  los incendios.

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