Tenía pasaporte italiano falso y un registro de sello rojo en Interpol. El albanés Roland Dedja murió por efecto de un infarto cardiaco en Santa Cruz de la Sierra y fue sepultado sin mayor noticia hasta que la Policía y la Fiscalía, tras corroborar varios datos, descubrió que se trataba de un hombre peligroso por los cargos de asesinato, organización criminal y asalto, por los que había sido sentenciado en Europa, donde fue enviado a prisión, pero que fugó de dos cárceles seguras.
La historia de Roland Dedja, de 40 años, se descubrió el 10 de octubre, cuando falleció en un inmueble ubicado por la zona norte del barrio Los Tusequis.
Tras la muerte repentina de este ciudadano, la Policía llegó al lugar y estableció que Dedja había perdido la vida por un infarto.
Posteriormente, a merced de las investigaciones de la fiscal especialista en delitos contra la vida, Rose María Barrientos, se supo que el pasaporte italiano que portaba era falso. La Fiscalía y la Policía solicitaron más datos a la Embajada de Italia, por lo que se conoció que se trataba de un hombre con sello rojo y que había escapado de una cárcel de Roma.
Tras sendos requerimientos emitidos por la fiscal Barrientos, se pidió mayores informes a Italia a través de la cooperación con la Interpol.
La respuesta fue casi inmediata, pues se hizo conocer de forma oficial que Roland tenía una trayectoria delictiva. El sello rojo de Interpol se aplicó contra él desde mediados de 2023, cuando escapó de una cárcel de Roma. Estaba sentenciado por organización criminal, asalto y otros delitos.
Los informes señalan que para huir contó con la ayuda de personas de afuera. Se descubrió que utilizó un dron para identificar el lugar donde estaba preso y la ubicación de su celda para escapar y no dar paso en falso.
Otro informe oficial requerido por la fiscal estableció que Dedja nació en Albania. En ese país también fue detenido por asesinato y fue sentenciado, años antes de llegar a Italia. De esa prisión también logró darse a la fuga. Con esos antecedentes se activó el sello rojo y era buscado a escala mundial, pero no había rastros hasta que falleció.
Las investigaciones señalan que el prófugo europeo ingresó a Bolivia por Desaguadero en noviembre del 2023. Alquiló una casa por la zona norte de Los Tusequis y se sabe que, al momento de su muerte, vivía junto a un amigo boliviano que estaba procesado por estafas múltiples.
Según las averiguaciones de la Fiscalía y la Policía, su acompañante desapareció desde el día en que Dedja falleció. El caso fue reportado a la Interpol, pero aún se realizan varias pesquisas.
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