Bolivia cuenta al momento con una capacidad instalada de 3.600 MW, de los que casi el 75% proviene de fuentes térmicas, es decir gas y ciclos combinados (28%). El resto tiene origen en fuentes alternativas, de acuerdo con datos oficiales.

11 de octubre de 2022, 14:27 PM
11 de octubre de 2022, 14:27 PM

La Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) disminuyó en los últimos años de 7 a 3,5 millones metros cúbicos (MM3) día el gas natural que empleaba para la generación de electricidad y sustituyó la producción de ese combustible por electricidad de fuentes renovables​.

La demanda eléctrica nacional es de aproximadamente 1.600 megavatios (MW). Si hoy dependiéramos únicamente del gas, se necesitarían alrededor de 7 millones de metros cúbicos día para cubrir esa demanda. Sin embargo, gracias a las inversiones que hizo el Gobierno nacional para incorporar fuentes renovables, hoy se destinan en promedio 3,5 millones de metros cúbicos para la generación eléctrica”, informó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.

La autoridad explicó que la electricidad que se generaba con los otros 3,5 MMm3/día de gas fue sustituida con la producción de plantas hidroeléctricas, eólicas, solares y de biomasa, en el marco de la estrategia nacional de transición energética, que responde a un mandato constitucional y a compromisos internacionales que tiene Bolivia para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Es por esa razón que hemos realizado importantes inversiones que nos permitieron como país contar, hasta la fecha, con una capacidad instalada de 1.161 MW de energías limpias y amigables con el medio ambiente”, indicó el ministro.

Ese volumen, detalló, está compuesto por 734 MW de energía hidroeléctrica, 165 MW de energía solar, 135 MW de energía eólica y 127 MW de energía de biomasa.

“Nuestra meta es seguir avanzado en este objetivo y es por ello que hasta 2025 pretendemos adicionar aproximadamente 550 MW más de energías limpias a nuestro Sistema Interconectado Nacional (SIN), en el que se incorporarán nuevos proyectos eólicos, solares e hidroeléctricos, y, por primera vez, geotérmicos”, concluyó Molina.

Bolivia cuenta al momento con una capacidad instalada de 3.600 MW, de los que casi el 75% provienen de fuentes térmicas, es decir gas y ciclos combinados (28%). El resto tiene origen en fuentes alternativas, de acuerdo con datos del Ministerio de Hidrocarburos.