2 de julio de 2023, 4:55 AM
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Distancia física no significa lejanía. Si bien estamos a 10.000 kilómetros de distancia, en Bolivia no solo hablamos un idioma europeo y profesamos, la mayoría de los bolivianos, una religión que nos relaciona, en valores, con el viejo continente. Bolivia es multicultural, como lo es Europa.

La cooperación entre la Unión Europea (UE) y América Latina se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo económico, el fortalecimiento democrático y la promoción de los derechos humanos en la región. Un ejemplo destacado de esta fructífera colaboración se encuentra en Bolivia, donde la cooperación técnica y económica de la UE ha tenido un impacto significativo.

La UE es el segundo mayor socio comercial de América Latina, después de Estados Unidos, y el principal inversionista extranjero directo en la región. En 2019, las inversiones europeas en América Latina alcanzaron los 385.700 millones de euros, representando aproximadamente el 43% del total de inversiones extranjeras directas en la región.

El Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, en una reciente visita a Bolivia, destacó el compromiso de la UE con el fortalecimiento de la cooperación con América Latina, afirmando: “América Latina es un socio estratégico para nosotros. Reconocemos su potencial y valoramos nuestras relaciones comerciales y económicas”. Estas palabras reflejan la importancia que la UE otorga a la colaboración con América Latina y la relevancia de Bolivia en ese contexto.

En los últimos años, el comercio bilateral entre Bolivia y la UE ha experimentado un crecimiento notable. En 2020, las exportaciones bolivianas a la UE alcanzaron los 920 millones de euros, mientras que las importaciones desde la UE ascendieron a 971 millones de euros. Estas cifras reflejan un flujo comercial equilibrado y una relación comercial sólida entre ambas partes.

Bolivia ha encontrado en la UE un socio comercial clave, diversificando sus exportaciones y fortaleciendo su economía. Productos emblemáticos como el café, el estaño, la quinua y los productos textiles bolivianos han tenido una demanda constante en los países miembros de la UE. Este comercio mutuamente beneficioso ha impulsado el crecimiento económico y la creación de empleo en Bolivia.

Pero la cooperación entre la UE y Bolivia no se limita al ámbito económico. La UE también ha brindado apoyo financiero y técnico para promover el desarrollo sostenible y el fortalecimiento democrático en Bolivia. En el período 2014-2020, Bolivia recibió cerca de 236 millones de euros en asistencia de la UE, destinados a proyectos en áreas como la educación, la salud, la infraestructura y la protección del medio ambiente. Estos programas han contribuido a reducir la pobreza, mejorar la calidad de vida de la población y fortalecer las instituciones democráticas en el país.

Esta colaboración no se limita a Bolivia, sino que se extiende a toda la región latinoamericana. La UE ha trabajado estrechamente con países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, entre otros, promoviendo el comercio justo, la inversión sostenible y la integración regional. Estos esfuerzos conjuntos han impulsado el crecimiento económico y la cooperación en áreas clave para el desarrollo sostenible de América Latina.

Mirando al futuro, la UE y América latina trabajan juntas en temas de interés global, como el cambio climático, la lucha contra la pobreza, la migración, la seguridad y la gobernanza global. La cooperación en estos temas permite abordar desafíos comunes y fortalecer la posición de ambas regiones en el ámbito internacional.