Dirigentes del sur del Tipnis dicen que los cultivos están por ingresar a la comunidad San Miguelito. Los indígenas de esas zonas son desplazados porque están en contra de las plantaciones en plena reserva.

23 de octubre de 2022, 7:07 AM
23 de octubre de 2022, 7:07 AM

Las plantaciones de coca se acercan a zonas sagradas del Territorio Indígena Parque Naciones Isiboro Sécure (Tipnis). En la comunidad San Miguelito hacen fuerza para que los cocales no ingresen a su área: están al frente del poblado a solo cinco kilómetros. La coca sobrepasó la línea roja de la reserva natural y el denominado Polígono 7 -al sur del Tipnis- se convirtió en sindicatos cocaleros con presencia de indígenas. El Gobierno aseguró que no permitirá cultivos de coca en áreas protegidas.

Eleuterio Semo es dirigente de la comunidad San Miguelito. La autoridad indígena expresó a este medio su preocupación por el crecimiento de cultivos de coca en el sur del Tipnis. Semo detalló que las plantaciones ya están en las comunidades de Puerto Sucre, Puerto Liberación, Ismael Montes y Puerto Zudáñez.

“En el Polígono 7 hay comunidades indígenas y están mezclados con colonos. En esa parte se han reconocido los cultivos de coca y acá en nuestras comunidades no se permite la coca. Por no aceptar las plantaciones de coca nos han cortado todo, el municipio de Villa Tunari nos cortó todo. La coca está acá al frente, ya están en sindicatos, están a cinco kilómetros de nuestra comunidad (San Miguelito)”, afirmó Semo a este medio de comunicación.

En la gestión 2021, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), en el Tipnis se eliminaron 68,6 hectáreas de coca ilegal. En 2020, según el informe de la Oficina Antidroga de la ONU, existían 27 hectáreas de coca ilegal en el Tipnis. Tomando en cuenta el reporte de erradicación el incremento de las plantaciones llegó al 150% en esa área protegida.

Según la Ley 906, que regula la producción de la hoja de coca, sólo se la puede cultivar en los Yungas de La Paz y en el trópico de Cochabamba. En ambas zonas “autorizadas” existe el límite legal de las 22.000 hectáreas. Desde 2017, cuando entró en vigor esta ley, esta limitación no se cumplió.

El artículo 17 de esta norma prohíbe estas plantaciones en otras zonas “no autorizadas”, bajo el riesgo que sean erradicadas por las fuerzas del orden “sin perjuicio de la sanción penal y el agravante cuando se trate de áreas protegidas y reservas forestales”.

Comunidades del Tipnis

La situación en el Tipnis no tiene control riguroso contra las plantaciones de coca. En zonas del sur del área protegida está prohibido el cultivo de la hoja; sin embargo, eso no se cumple. La coca se expandió a comunidades indígenas, como los yuracarés en el Conisur, donde está el Polígono 7. Un caso de estos es Puerto Zudáñez, donde las plantaciones están a punto de llegar a comunidades como San Miguelito, Santa Teresa, Buen Pastor, Mercedes Lojota, Santísima Trinidad y 3 de Mayo.

Benigno Noza, que es presidente de la Subcentral del Tipnis, cuestionó que el Gobierno no haga un control riguroso de los cultivos de coca y recordó que las movilizaciones contra la carretera en el año 2011.

“(Los sectores del Movimiento Al Socialismo) quieren primero anular el título ejecutorial y la personería jurídica de nuestra organización. Luego, (quieren) sembrar más coca y dejar la puerta abierta a todas las empresas petroleras mineras para saquear los recursos y para eso están pidiendo carretera”, cuestionó Noza.

En el Tipnis habitan entre 3.500 y 4.000 indígenas de los pueblos mojeño, yuracarés y chimanes, que son los protectores de este hábitat. Gonzalo Colque, de la Fundación Tierra, resaltó las diferencias que existen entre las TCO Tipnis y la zona cocalera al interior del parque: el principal es el poderío económico de los cultivos en la franja de cocaleros que es de 7.000 a 8.000 hectáreas que contrasta con las comunidades indígenas. Por tanto, interviene el factor político representado por el Consejo Indígena del Sur (Conisur) en el sur del Tipnis, detalló.

No en áreas protegidas

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, en agosto de este año, anunció que no se permitiría el cultivo de coca en zonas no tradicionales y en áreas protegidas. La autoridad puso como ejemplo de control los operativos antidroga que existen el Tipnis.

Ese mismo mes, agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) destruyeron un laboratorio de cocaína en la región Santa Teresa del Tipnis, que presuntamente producía hasta 70 kilogramos de droga por día.

En el Polígono 7 está permitido el cultivo de hoja de coca hasta un cato (1600 metros cuadrados) por productor. Se basan en las mismas reglas de Chapare cochabambino. Y en el suelo indígena, más allá de la zona colonizada del Tipnis, no está permitida la producción de la hoja milenaria. Aun así, los cocales van aumentando.

“La hoja de coca es el fondo del problema. Si los colonos no cultivaran coca en el Polígono 7 y fuera de la línea roja, no habría tanto interés para construir la carretera por esa zona. Lo que quieren es una vía para sacar su producción de coca”, lamentó Rogelio Noto, que también es dirigente de la Subcentral del Tipnis.

La dirigente indígena Bertha Bejarano dijo que los colonos sembraron arroz que se echa a perder porque no es cosechado en el sur del Tipnis porque prefieren la cosecha de la coca.

Los sembradíos en el Tipnis son producto del desborde de la actividad cocalera en el Chapare. Los agricultores agotaron su tierra con la expansión de los cultivos de la coca y quieren ahora seguir creciendo, pero dentro del parque.

La coca no es ajena a la paz del Tipnis. En el sur se deforesta el territorio para ampliar las plantaciones. Esa intención progresa cada año y se verifica que los sembradíos ilegales de hoja avanzan también hacia el norte, justo en la misma línea donde se pretende construir la carretera.