Un alto representante de la UE llegó a La Paz para firmar un acuerdo de cooperación. La UE destinará $us 33 millones para que el país ejecute políticas contra la deforestación y también para apoyo a pueblos indígenas.

19 de marzo de 2024, 4:00 AM
19 de marzo de 2024, 4:00 AM

La Unión Europea (UE) expresó su preocupación por la “dramática” pérdida de bosques en Bolivia y por eso consolidó un apoyo presupuestario de unos 33 millones de dólares (31 millones de Euros) para frenar la deforestación en el país. El Gobierno boliviano agradeció el apoyo europeo y aseguró que esos fondos se destinarán a dos ejes a favor del medio ambiente. Bolivia es el tercer país del mundo más deforestado.

El comisario de Medioambiente, Océanos y Pesca de la Unión Europea, Virginijus Sinkevicius, llegó a Bolivia para presentar el documento del apoyo presupuestario. El funcionario europeo se reunión con la canciller Celinda Sosa y con el ministerio de Medio Ambiente, Humberto Lisperguer. En un acto público en el salón Samaipata de la Cancillería se firmó el documento de cooperación.

“Como Comisario Europeo de Medio Ambiente, me complace especialmente comprobar que esta ayuda se destina a fines medioambientales. El más importante de esos fines es el reto que define nuestro tiempo: la lucha contra el cambio climático. Este apoyo está diseñado para ayudar a mitigar la deforestación y frenar la dramática pérdida de cubierta arbórea que ustedes están experimentando aquí en Bolivia. También ayudará a luchar contra los incendios forestales y a proteger las cuencas hidrográficas, los humedales y las zonas nacionales protegidas”, destacó Sinkevicius.

La plataforma Global Forest Watch (GFW), con el respaldo del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) y con datos forestales recopilados por la Universidad de Maryland, reveló que en 2022 se perdieron 4,1 millones de hectáreas de selva tropical en todo el mundo. Brasil lidera esa lista, le sigue la República Democrática del Congo y en tercer lugar está Bolivia, país que por tercer año consecutivo no suelta la misma posición.

Son datos alarmantes. Solo en 2022 se perdió en todo el mundo una extensión de bosque que equivalen al tamaño de Suiza. Y en esas danzas de cifras, Bolivia baila entre las más detestadas. Según GFW, unas 400.000 hectáreas se deforestaron en el país en 2022. Esa cifra es inédita y ese avance se da por la expansión agrícola.

El aporte de la UE a Bolivia 

Para Sinkevicius, Bolivia es un socio muy importante para Europa en Sudamérica” y ambos creen en la importancia de una recuperación económica verde exitosa y sostenible. El funcionario europeo mencionó que, de hecho, ya se erogó un primer tramo de más de seis millones de euros liberado en diciembre pasado.

Pero los datos son más alarmantes. Bolivia es el país con mayor pérdida de bosque primario per cápita a nivel mundial, y eso, a pesar de que tiene menos de una cuarta parte de la pérdida de bosque primario de Brasil, su tasa de deforestación per cápita es cuatro veces más alta que la del país vecino.

Bolivia perdió 385.567 hectáreas de bosque húmedo primario en 2022, siendo el año con la mayor pérdida registrada en el país, mientras que de cobertura arbórea perdió 595,996 hectáreas en la misma gestión. Estos datos son alarmantes. Según GFW, los biomas más afectados en Bolivia son la Chiquitania, el Chaco y la Amazonía. De estas zonas, la primera es la más azotada por la deforestación.

La pérdida de esta cobertura arbórea puede ser de origen humano o natural y puede ser permanente o temporal. La deforestación consiste en un cambio permanente y provocado por el hombre de un bosque a otro uso del suelo. Algunas formas de pérdida de cobertura arbórea, como la conversión de un bosque natural en tierras agrícolas, se consideran deforestación, mientras que otras formas de pérdida de cobertura arbórea, como la tala de madera en plantaciones forestales o las alteraciones naturales, no.

La postura del gobierno de Luis Arce 

Ayer, la canciller Sosa agradeció el gesto de la UE y aseguró que estos fondos serán destinados exclusivamente en el trabajo a favor del medio ambiente. La autoridad enfatizó la importancia de adoptar medidas efectivas para enfrentar los impactos del cambio climático en las cuencas hidrográficas, los bosques y la gestión del riesgo de catástrofes, además de la necesidad de fortalecer la gobernanza y la gestión sostenible de estos recursos, promoviendo la participación activa de la sociedad civil y el sector privado.

“Este apoyo presupuestario va dirigido a dos importantes objetivos, el primero que es la conservación, la restauración, la gobernanza y el uso sostenible de los recursos naturales, la biodiversidad y el ecosistema, incluido los bosques”, precisó la ministra de Relaciones Exteriores.

La autoridad gubernamental también resaltó que, en el marco del apoyo, se tiene como segundo objetivo el reforzamiento de la prevención y la gestión de riesgos en catástrofes a nivel nacional subnacional en el marco del plan de desarrollo económico social Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021 al 2025.

La UE y Suecia pusieron en marcha un inédito programa de cooperación “urgente” en Bolivia en 2023 para generar acciones que ayuden a frenar las actuales cifras de la deforestación.

Michael Dóczy, jefe de la Delegación de la Unión Europea en Bolivia, y el embajador de Suecia, Nicolás Weeks, conversaron con EL DEBER para exponer la iniciativa, la primera de esta naturaleza. “Bolivia tiene una riqueza inmensa en la Amazonia que es como los pulmones del planeta”, dijo el representante de Suecia en esa oportunidad.

Gonzalo Colque, investigador de Fundación Tierra, consideró que la principal razón de los desmontes es el modelo de agricultura cruceña. El experto dijo que el agro mecanizado crece necesariamente a costa de los bosques y que la puesta en producción de nuevas tierras implica la conversión de los bosques a campos de cultivos, extensas tierras de pastoreo y grandes predios con pastos cultivados.

“El problema de pérdida de bosques alcanzó hace tiempo niveles críticos en Bolivia. A diferencia del chaqueo o la tala manual que se practicaba hasta hace poco, hoy en día los desmontes son altamente tecnificados. Se emplea maquinaria pesada de diversa índole, principalmente tractores de orugas encadenados entre sí por pesadas cadenas que arrastran por el bosque. El resultado es el desmonte a gran escala. En Bolivia, se desmonta a un ritmo de 800 hectáreas por día”, detalló Colque.

La cooperación de la UE también está destinada a promover diálogos por la paz y fortalecer políticas que protejan los derechos de los pueblos indígenas y la lucha contra la violencia de género.