La unión es la fuerza, dice el dicho y en el caso del activismo esta máxima se hace realidad. Con múltiples desafíos por delante el mundo presenta un panorama paradójico, ya que a pesar de sus problemas existen numerosas organizaciones enarbolando sus causas y buscando soluciones a las crisis existentes.

Sin embargo, muchas veces, estas organizaciones, a pesar de tener ideales nobles y justos, no tienen la difusión y el apoyo necesario, por lo que la unión con otros activistas afines se convierte en una estrategia eficaz para avanzar en las soluciones.

“El activismo unificado busca generar cambios positivos en nuestra sociedad a través de la unión de organizaciones afines o que persiguen la misma causa, mediante determinadas acciones o actividades. Al tener mayor fuerza en los números, los activistas pueden ser más efectivos y creativos a la hora de tomar acciones para generar cambios”, sostiene el periodista y docente de la carrera de Periodismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Carlos Lara.

El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) indica que el activismo unificado es una poderosa herramienta para amplificar el cambio social. Se refiere a un esfuerzo colaborativo en el que individuos, comunidades y organizaciones combinan sus recursos, experiencia e influencia para amplificar el impacto.

“Si bien abundan los esfuerzos de activismo exitosos, las historias de activismo unificado son menos frecuentes. Donde se ha implementado el activismo unificado, los resultados han sido transformadores”, explica la organización mundial.

A través del activismo unificado se puede, por ejemplo, amplificar las voces, ya que un frente unificado dificulta que los gobiernos, políticos y personas influyentes ignoren la causa. 

Por ejemplo, la acción climática de Greta Thunberg comenzó con su protesta solitaria ante el Parlamento sueco y rápidamente ganó impulso global a medida que millones se unieron a ella para exigir acción climática a sus gobiernos. La voz unificada de este movimiento captó la atención del mundo y colocó el cambio climático en el primer plano de la agenda global.

Asimismo, al tener mayor difusión, puede influir en la mentalidad y el cambio de comportamiento. Al ser un frente colectivo, se fortalece la confianza y la credibilidad de la causa y se normalizan las perspectivas diversas, mediante el refuerzo de las narrativas a través de la repetición, lo que lleva a un cambio a gran escala.

La campaña por el matrimonio igualitario en los Estados Unidos es un ejemplo claro. Al enmarcar la conversación en torno a valores compartidos, como el amor, la familia y el compromiso, la campaña obtuvo apoyo nacional, lo que finalmente llevó a la Corte Suprema a garantizar a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse.

También se aprovechan mejor las habilidades y recursos complementarios de los miembros.

“Colaborar permite a los aliados aprovechar sus puntos fuertes al tiempo que compensan sus limitaciones. Este enfoque fomenta la innovación y reduce la duplicación de esfuerzos. La Colaboración para la Resiliencia de los Inmigrantes ejemplifica esto al combinar las fortalezas del gobierno, el sector privado y la sociedad civil para asegurar empleo seguro y seguridad social para los trabajadores migrantes vulnerables”, expresa el WEF.

Estos beneficios, a su vez, permiten facilitar cambios de política. El activismo unificado puede conducir a cambios de política significativos al crear una narrativa convincente basada en evidencia.

“Como ejemplo, podemos observar lo alcanzado a través de la colaboración entre pueblos indígenas y organizaciones aliadas para forzar estándares ambientales más estrictos, la Iniciativa Cuencas Sagradas Amazónicas logró detener un perjudicial proyecto de Ley Forestal en Perú y consiguió un referéndum para detener la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní de Ecuador, protegiendo ecosistemas vitales y tierras indígenas”, explica la organización internacional.

Sin embargo, a pesar de las ventajas, es importante entender que lograr un cambio sistémico requiere paciencia, persistencia y una perspectiva a largo plazo.

El WEF señala que alcanzar un cambio sistémico requiere paciencia, persistencia y una perspectiva a largo plazo. El activismo unificado, cuando se aprovecha eficazmente, tiene el potencial de amplificar el discurso de desarrollo, haciendo de este siglo uno en el que construimos colectivamente un futuro equitativo y sostenible para todos.

Impacto de la tecnología en el activismo unificado

La tecnología revolucionó la forma en que las organizaciones se involucran y colaboran en el activismo. Las plataformas de redes sociales como Twitter, Instagram y TikTok se convirtieron en medios de protestas. Los hashtags virales y las campañas en línea demuestran ser herramientas efectivas para sensibilizar y movilizar a grandes audiencias y aunar esfuerzos

“Las redes sociales y la tecnología son fundamentales, porque son el canal para hacer escuchar sus propuestas y amplificar su alcance. Por otra parte, estas redes sociales les permiten interactuar con activistas en otros lugares del mundo y aprender nuevas estrategias que pueden adecuar a su país”, comenta Lara. 

Movimientos como #BlackLivesMatter y #FridaysForFuture ganaron atracción global gracias a la difusión en redes sociales. Los activistas utilizan estas plataformas como cajas de resonancia y no solo para compartir información, sino también para organizar eventos, recaudar fondos y presionar a los líderes políticos. 

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