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Matamba estrena "Awakening", producida en Jamaica
Es una innovadora mezcla de reggae rap con un ritmo contagioso y una letra profunda escrita completamente en patois (inglés jamaiquino)
El rock boliviano de los años 90 aún genera nostalgia. En ese tiempo apareció en Cochabamba la banda EZ con la canción Extrañándote, una balada que seguramente forma parte de la historia de varios de los sobrevivientes de esa época. Daniel Quiroga, líder y vocalista de este grupo, es uno de ellos. Respondió a las inquietudes de EL DEBER a propósito de una nueva producción.
Pero han pasado al menos 30 años desde entonces. Quiroga, un músico de gran trayectoria, se anima a contar este largo tránsito de la historia. Claro, el país no es el mismo; hay mucho que contar y “denunciar”. ¿Denunciar? Pues sí, la última propuesta de EZ habla de la pederastia cometida por sacerdotes católicos.
Antes de ello. ¿Qué pasó con EZ? Quiroga señala que su banda logró superar la disolución de su formación original en 1994 para continuar experimentando con diversos estilos musicales. De hecho, el sello Forever Music en 1997 permitió el lanzamiento del álbum Survivors en 1998, pero la quiebra de la discográfica truncó sus planes de promoción.
Durante la pausa, entre 1994 y 1995, comenzaron a escribirse temas que luego conformarían Carnival Boulevard, un proyecto que incorporó elementos postgrunge, alternativos y hard rock, marcando un alejamiento del estilo ecléctico de Survivors.
A lo largo de los años, EZ enfrentó retos como cambios de integrantes, conflictos creativos y pérdidas de material debido a fallos técnicos y ciberataques. Después de varios intentos fallidos, en 2023 decidieron reiniciar el proyecto bajo el nombre The Carnival Boulevard Project.
El primer capítulo (Chapter I – Last Call) comenzó a lanzarse en octubre de 2024, coincidiendo con el 30 aniversario del último concierto del EZ original. Aquel icónico concierto tuvo lugar en el teatro Al Aire Libre junto con Octavia (Coda 3 en esos años) y fue a beneficio de los niños del Centro de Educación Especial (Cerefe) de El Alto.
Los otros dos capítulos musicales se construirán hasta 2028, creando una conexión sonora y lírica entre las distintas etapas de la banda. Actualmente, el núcleo de EZ incluye —además de Daniel Quiroga— a Edgar Pol y Cristian Viscarra, con quienes el autor comparte esta nueva etapa creativa.
- Se sabe que EZ fue el primer grupo de rock boliviano en publicar su trabajo en disco compacto. ¿Cuántas producciones suman hasta el momento?
DQ: Dos discos: Uno/One (1992) y Survivors (1998) y un single: “Algo más que un signo” (1997). Sobre lo de haber sido el primer grupo de rock boliviano en lanzar su material en triple formato (Cassette, LP de vinilo y CD) destaca, evidentemente, el nivel de confianza en el proyecto que tuvieron nuestros productores de Mega Records (Miriam Gaya y Alcides Mejía) en ese tiempo. Con toda seguridad puedes sumarle, mínimamente, los tres discos que implica el Carnival Boulevard, que es una trilogía.
- ¿Cuál es el estilo de EZ y el mensaje que transmite con su música?
DQ: Gracias por hacer dos preguntas tan importantes. Siempre fuimos una banda con una fuerte tendencia hacia el rock progresivo, aún en el inicio y pese a lo limitado de nuestros recursos instrumentales y técnicos. Basta escuchar la letra, instrumentación y arreglos bluegrass de “No man’s land” y folk music de “Song for a lonely soldier” para ver de qué iba nuestro rollo: la primera versa sobre la muerte de una esclava africana flagelada por un capataz negro en 1847 y la segunda sobre un chico pueblerino enviado a morir en una guerra tan absurda como impropia.
A poco de lanzar el Uno/One, en vivo, ya habíamos incorporado a nuestro repertorio dos potentes -inéditas- canciones hard rock: “Say no” (sobre la caída y la redención) y “Love isn’t easy” (sobre encontrar luz en los rincones más oscuros). El ‘problema’ de EZ fue que una balada romántica (“Extrañándote”) impuso en el mercado la idea de que pertenecíamos más al glam (a algún tipo de sleaze rock, pero sin el desaliño prototípico). Whatever. Lo importante es que los temas más importantes del Uno/One como del Survivors reflexionan sobre temas sociales y hechos históricos y cotidianos que no deben ser permitidos, reproducidos u olvidados. Súmale a eso la columna vertebral contestataria del Carnival Boulevard y verás cómo se cumple eso que declaramos en uno de los spots de aprestamiento previos al lanzamiento de They belong to the night: «En tiempos de confusión, el rock es el lenguaje de la insubordinación» Y créeme: es un lenguaje que hablamos con fluidez y competencia. Es más, la portada misma del Survivors, contiene un mensaje hasta ahora no decodificado: ¿qué podría significar (allende el nombre mismo del álbum) un cielo en llamas con una ventana dimensional isósceles en medio y la leyenda Limited Edition al pie? Los colores tampoco son casuales. Lo propio el logo de EZ, cuyos remates a los costados en forma de corchete invertido no son para nada simples adornitos.
Mucha gente no lo sabe, pero el escudo original de EZ en 1992 era un cóndor rampante en sable (color negro) que llevábamos bordado en nuestras chamarras (en heráldica los blasones en negro refieren a quienes socorrían a viudas, huérfanos y oprimidos), y ya es tiempo de decirlo: EZ no es el acrónimo de easy (fácil, en inglés), es el patronímico más castizo que puedas imaginarte: la terminación ez de los apellidos españoles desde el siglo XI que significa “hijo de” (similar al von alemán, al gaélico Mac o irlandés O’).
- ¿Por qué cantar en inglés?
DQ: El idioma influye en lo que cantas y en cómo lo cantas. Para mí, para nosotros, el idioma es la estructura misma del rock en tanto rock (el rock como ideología, como una ‘frecuencia mental’ -ciertamente contestataria- en palabras de mi amigo Pablo Yaksic): es una cuestión originaria; el rock n’ roll que ha dado forma a la mayoría de la música popular contemporánea es anglo. Y Jorge Luis Borges tampoco se equivoca al decir que el inglés es “la música verbal de Inglaterra”. Es el tipo de rock que fluye en mí y en Pol a la hora de escribir. Lo sustancial es que no es una pose.
Por otra parte, hay muy buen rock en español; no obstante, esta vertiente jamás ha sido mainstream porque no existe un rock latino uniforme, sino tipos de rock regionalizado y con particularidades que lo hacen privativo de esos mismos espacios de origen. Es por eso que no hay peruanos nutriendo la vertiente del rock argentino ni argentinos nutriendo la mexicana: todos ellos son fenómenos muy ricos, estilísticamente hablando, pero independientes uno del otro. Lo propio con el rock español (de España); sus temáticas y su habla no se cultivan ni se reproducen en ningún otro lado. El rock anglo, en cambio, cualquiera de sus estilos y subgéneros, es susceptible de ser fácilmente adoptado porque viene precodificado y obedece a una tradición más amplia y concreta.
- ¿Cuál es público que tiene el grupo?
No creo ser capaz de trazar con éxito esas fronteras sin herir sensibilidades. Siempre hubo transversalidad etaria, cultural y de clase en los públicos. Nos interesa conectar con las nuevas generaciones, por supuesto, pero no a costa de un intencional acanallamiento de nuestra música o de la trivialización de nuestros contenidos al influjo de la puñetera corrección política. No obstante, entendemos que nuestra masa crítica está ahora en la mediana edad, un público tan posdictadura como lo fuimos nosotros mismos, un público con la suficiente sensibilidad, experiencia y buen gusto como para entender y disfrutar nuestro trabajo, así como de sus propios aspectos evolutivos. Así como nada se desecha realmente por completo; nadie, en un ataque de insensatez, espera realmente que vuelvan los 80 o reviva Hendrix a santo de quién sabe qué, pero creo que lo mínimo que pide la gente es algo de arte con sentido hecho por humanos, orgánico, legítimo y decente. El topping de nuestra propuesta es que es comprometida.
- ¿Harán alguna gira de presentaciones? ¿Tienen pensado venir a Santa Cruz?
No de inmediato. De momento, nos concentraremos en la producción y promoción del nuevo material junto con algunas canciones del Uno/One y del Survivors que sabemos que apreciarán nuestros fans. Han pasado 27 años desde que Palabras y Where is love fueron Nº 1 en listas y 32 para Extrañándote, I can’t forget you y Who wants to live forever. Para las nuevas generaciones somos desconocidos y hay mucho trabajo que hacer para conectar con ellas. Creemos que es posible iniciar una gira nacional a fines de 2025.
- Llama la atención los textos que acompañan al más reciente video de EZ. Allí hay una crítica a los pederastas, pero se señala que los jesuitas vinieron “deliberadamente” a cometer estos delitos a América. ¿No te parece que es una afirmación arriesgada?
Para nada. Y no es una ‘crítica’, es una denuncia fundamentada. En el video no decimos que ‘los jesuitas’ (en general) vinieron a cometer delitos en América. Decimos que la Compañía de Jesús catalana envió ‘deliberadamente’ a Bolivia a curas pedófilos denunciados en España a cumplir funciones pastorales en instituciones y educativas y hogares de niños. Nos referimos a Luis Tó, con sentencia penal en España por violación de una niña de 8 años, a quien mandan a El Alto, en La Paz, y lo ponen como responsable de moral sexual y ética a cargo de la formación y catequesis de niños y novicios. El otro es Francesc Peris, también con persecución penal en España, quien funge en Bolivia como profesor del colegio Juan XXIII de Cochabamba. Debe entenderse que el plural (‘jesuitas’) aplica a partir de dos o más entidades del mismo tipo. Lo de ‘deliberadamente’ tampoco es un farol: los periodistas Julio Núñez e Íñigo Domínguez revelaron en un artículo de investigación del periódico El País (de España) de fecha 06 de junio de 2024 que “una veintena de cartas de la orden (la Compañía de Jesús) constata que los superiores en España, América y Roma conocían los riesgos de reincidencia de Luis Tó, condenado en Barcelona, y que nunca lo impidieron”. La propia Compañía de Jesús (Jesuïtes Catalunya), al momento del estreno de ‘La Fúgida’ -documental nominado a los premios Gaudí sobre los delitos de pederastia de los jesuitas Lluis Tó y Francesc Peris en Barcelona y Bolivia- el martes 18 de junio (2024) por TV3 de Catalunya, reconocieron “…que la gestión que se realizó en el pasado de estos casos fue no sólo errónea e insuficiente, sino también lamentable y nefasta” en un comunicado en su página web.
- ¿Cómo ves la movida del rock boliviano en la actualidad?
El rock boliviano de calidad es ínfimo y el resto es marginal o subterráneo, cuando no simplemente posero. Y no hay ‘movida’ alguna, no nos engañemos. Hubo un momento en que parecía haber tomado vuelo, pero enfermó en los 90 y ‘lo vienen agonizando’ los últimos 30 años a plan de bolutracks.
Si bien el rock, su energía, actitud, ritmo y profundidad lírica, aún despierta pasiones en un cierto tipo de público en todo el planeta, ciertamente no es la música más popular hoy en día. En parte porque la forma de hacer música ha cambiado y en parte porque los públicos se decantan por la popularidad y la imagen (idealizada e inalcanzable) en desmedro del arte de hacer música con guitarras (no por nada se dice que la popularidad es apenas la gloria en centavos) pero, por sobre todo, porque ha cedido su capacidad de generar millones a géneros cuyo mérito reside en no exigir mentalidad crítica ni buen gusto a sus públicos. No solo es una cuestión de estilo e ideología, sino de audiencias embrutecidas y adormecidas.
El rock (el heredado de la anglosfera y sus mejores sucedáneos) tiene su audiencia en Bolivia … y aunque ésta es fraccional a la tropical y a la folclórica, podría expandirse y coexistir con los demás estilos si tan solo las bandas nacionales (que se cuentan por centenas) decidieran producir su propio material y apostasen por conquistar un espacio propio para lo que tengan que decir y como lo quieran expresar… pero haciendo ‘tributos’ a diestra y siniestra y machacando con tocadas full covers no va a lograrse. Esas bandas demuestran ser en la práctica tan incapaces de competir en el mercado con producción propia de calidad, como son de descaradas al cobrar entrada y pretender ‘hacer carrera’ robando el fruto del mérito ajeno. Sí. Robar. No puede ni debe llamársele a esa práctica de otro modo.
- ¿Habrán más EZ en el futuro?
No hay intención alguna de que así sea. Tampoco podemos anticipar cómo o porqué podría darse algo así. Para Cristian, Pol y yo El Carnival Boulevard es un viaje one-way-ticket -de al menos 5 años- que esperamos compartir y enriquecer con la participación de músicos extraordinarios de Argentina, Italia, Inglaterra, Bielorrusia, Estados Unidos, Irlanda, Japón y Senegal. También está previsto mezclar parte del material en España e Inglaterra. No obstante, el Carnival Boulevard no es un proyecto monolítico y no podemos negarnos a admitir algunos cambios.