Para reforzar las defensas de nuestro organismo es importante que vigilemos y cuidemos la alimentación, es esencial para tener un sistema inmunitario fuerte que nos proteja frente a virus y bacterias.

Le sugerimos realizar la planificación de un menú semanal o quincenal con las opciones propuestas, de esta manera podrá comprar los alimentos que necesita de acuerdo con su menú, evitará comprar más de lo necesario y su alimentación será más variada y no repetitiva.

¡Más líquidos!

Beba mucho, en cantidades pequeñas repartidas durante todo el día y entre comidas, un mínimo de 2,5 a 3 litros, entre agua y refrescos de fruta sin azúcar puede usar miel de abejas, (1 cucharilla de miel de abeja es igual a 3 cucharillas de azúcar).

Tomar diferentes infusiones como té y mates, agua de canela, disminuir las tazas de café en lo posible, dos tazas de café son antioxidantes, más de tres son tóxicas, así como disminuir el consumo de refrescos con cafeína y gaseosas.

Desayuno: Fruta, cereales integrales, con yogur biológico, pan integral y tomate. Algo de queso (mejor fresco), frutos secos, infusiones, leche de soya o leche de vaca. Preparaciones de quinua o avena cocidas con frutas. Para endulzar un poco de miel de abejas. Merienda de la mañana: Fruta, pan integral con queso, revuelto de huevo, tortilla, huevos pasados, tomate y otras verduras, yogur

Almuerzo: Leguminosas y cereales. Granos como lentejas, frejol, garbanzos que son alimentos ricos en proteínas. Puede mezclar cereales como arroz, maíz, trigo, con leguminosas como frejol, lentejas o garbanzos y tendrá una proteína similar a la carne, ideal para los vegetarianos.

Carnes: Carnes rojas una o dos comidas por semana, carnes blancas dos a tres por semana, pescado una vez por semana, huevos 4 a 6 a la semana, cerdo una vez por semana. (de preferencia todas las carnes con poca grasa) Quinua en pasteles, guisos, hamburguesas o albóndigas. En preparaciones cocinadas al jugo, al horno o a la plancha. Evitar todo tipo de frituras.

Verduras: Verduras crudas y cocidas, todas las variedades, la mitad del plato deben ser verduras variadas, cuanto más diversas sean más oportunidad tendrá su organismo de recibir los nutrientes que necesita especialmente para subir sus defensas, no olvide que son fuentes de vitaminas y minerales. Acompañamiento: Arroz y cereales integrales, cualquier tipo de pastas que sean integrales, legumbres cocidas (como lentejas, frejol, soya). Papas, yuca, camote.

Merienda de la tarde: Yogur con fruta, plátanos, frutos secos, pan, galletas. Las tostadas de preferencia integrales. Más infusiones, si no está en plan de bajar de peso: api, tojori.

Cena:  Más o menos como la comida, sopas o hervidos de verduras. Consuma menos cantidad que en el almuerzo, porque irá a dormir, no podrá digerir ni gastar la energía durante el descanso y se guardará como grasa. Evite los carbohidratos como: pan, arroz, pastas, papa, camote. Recuerde cenar máximo a las siete de la noche, no más tarde; duerma temprano, es esencial para el crecimiento de los niños y la reparación de los tejidos, que se realiza de 8 a 12 de la noche. Si duerme después de las 12, ¡envejecerá más pronto.

Otros alimentos para incluir

Los siguientes alimentos han demostrado tener propiedades que podrían ser beneficiosas para las enfermedades respiratorias y el sistema inmune. El ajo, cebolla, jengibre, propóleo y miel tienen una gran amplitud culinaria, se pueden consumir crudos y en diferentes recetas.

Cebolla y ajos: Antioxidante, contrarresta el aumento de colesterol y triglicéridos, antimicrobiano, antifúngico. Son poderosos antiinflamatorios, analgésico, antiséptico, digestivo. Antitusivo, expectorante, broncodilatador.

Jengibre: Antioxidante, tiene acciones antiinflamatoria y antimicrobiana, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, colesterol alto, diabetes y dolencias del aparato respiratorio.

Miel: Su contenido de flavonoides y compuestos fenólicos, activan el sistema inmune. Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales.

Propoleo: Contiene resinas, cera, aceites esenciales, polen, polifenoles, flavonoides y vitaminas (A, B, E). Refuerza el sistema inmunológico aumentando la producción de anticuerpos como agente antimicrobiano, antifúngico y antiviral.

Probioticos: Son microorganismos vivos que después de su ingestión ejercen beneficios para la salud. Mantienen la salud intestinal, mejoran la absorción de nutrientes y estimulan el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Se encuentran en alimentos fermentados, como el yogurt, kéfir, kombucha y chucrut.