El consumo de alimentos altamente procesados, el abuso de antibióticos, Aines (antiinflamatorios) y otros fármacos, el sedentarismo, poca exposición a la biodiversidad microbiana natural, la exposición a la luz artificial por la noche, una desconexión casi completa de la superficie de la tierra, exposición solar insuficiente/síntesis de vitamina D, la exposición a radiaciones altamente lesivas y un largo etc. Son factores que pueden tener efectos devastadores en nuestra salud y mantenimiento de la vida. Por lo tanto, es imprescindible prestar más atención a la dieta, el estilo de vida y la composición del microbioma.

La influencia de la microbiota en la inmunidad y la relación que tiene el intestino con el pulmón son elementos claves para evitar o hacer frente a las infecciones respiratoria, así como para evitar complicaciones.

Mantener nuestros microbiomas y sistemas inmune, en óptimas condiciones hará que no seamos presa fácil de las que causan enfermedades, independientemente de su virulencia o gravedad.

¿Qué son los probióticos?

El contacto continuo entre el microbiota y el sistema inmunitario induce la maduración de este último en las primeras etapas de la vida. Es un gran entrenamiento que mantienen el sistema inmune en buena forma para actuar con eficacia frente a agentes infecciosos. El 80% de las células inmunocompetentes del organismo están alrededor de la luz del tubo digestivo y la producción más importante de inmunoglobulinas tiene lugar en la mucosa gastrointestinal.

Sus acciones por la salud

Leche de soya

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en las dosis adecuadas, producen un efecto beneficioso para la salud. Estos pueden ayudar a mantener en un buen equilibrio las bacterias que viven en nuestra mucosa del colon y se encuentran en alimentos y suplementos dietéticos. Pueden ayudar a mantener la salud de los intestinos de muchas maneras. Estos son algunos de sus beneficios: Ayudan a que el sistema inmunitario funcione correctamente. Facilitan la digestión de alimentos que no podemos terminar de digerir, como por ejemplo las fibras. Aumenta la concentración de elementos bioactivos.

Mantienen controlados los microorganismos patógenos

Producen vitaminas, como la K. También producen ácidos grasos de cadena corta como el butirato y el propionato que son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica y tienen efectos beneficiosos para nuestro sistema nervioso.

Aumentan la vida útil de los productos

Uno de los alimentos fermentados más conocidos por su cantidad de probióticos beneficiosos es el yogur y otros lácteos fermentados. Estos microorganismos presentes, principalmente Lactobacillus, convierten la lactosa en ácido láctico, por lo tanto, mejora su digestibilidad. Tienen muchos beneficios como los mencionados anteriormente. Incluso se ha visto que pueden mejorar síntomas gastrointestinales leves. Pero ¿tienen el mismo efecto en una alternativa vegetal al yogur?

Se hizo un estudio de comparación en la producción de yogur de soya y yogur natural, y vieron que los microorganismos crecían de manera similar en la bebida de soya que, en la leche de vaca, incluso los lactobacillus crecían mejor en el de soya.

La soya también es conocida por la cantidad de antioxidantes, sus propiedades anticancerígenas de las isoflavonas y fitoestrógenos. En conclusión, el yogur de soya es una buena alternativa a personas alérgicas a la proteína de leche de vaca o personas que buscan un sustituto, como los vegetarianos estrictos.