Por: Alba E. Roca

Mauricio Picaneray forma parte de la comunidad ayorea 27 de mayo, ubicada en el municipio de Pailón, y realizó la denuncia de una supuesta invasión y agresión de campesinos interculturales a los miebros de su comunidad

Según su testimonio, el pasado miércoles ingresaron cerca de 15 personas en motorizados y armas de fuego, asustando a las familias que se encontraban en la comunidad y quemando sus pertenencias.

“Al momento la comunidad está en cenizas. Volvieron los interculturales y lo quemaron todo. Tres veces entraron a la comunidad y la hicieron cenizas. Todas las cosas: papeles, a todos los perros les han disparado. Mataron a las gallinas”, indicó Picaneray al Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas de Bolivia (Odpib), dependiente del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis).

El comunario realizó un relato de cómo ocurrió todo.

Ingresaron el 22 de diciembre cerca de las 18:00 horas. Llegaron en dos camionetas y un tractor, portaban armas de fuego con las que dispararon a los perros, gallinas y otros animales de granja. 

El presidente de la comunidad, Daniel Picaneray, contó que dos indígenas fueron atacados por los interculturales cuando trataron de cuestionar el ingreso a la comunidad.

La autoridad señaló que no sería la primera vez que entran de forma violenta a la comunidad. La primera vez ocurrió en 2008, luego realizaron la denuncia ante el capitán grande Bonifacio Barrientos. La segunda vez fue en el 2018, en esta ocasión se apropiaron de las cosechas de los comunarios

“No quieren que regresemos. Agarraron a cuatro personas y querían grabarlas (para tenerlas identificadas). Estuvieron casi una hora y quemaron todingas las cosas (…) Mi hermano no se quiso escapar al monte, dice que lo agarraron y lo querían ahorcar”, denunció Picaneray.

Si bien algunos bienes materiales se pudieron salvar, lo que más lamentan es la destrucción de la bomba de agua y del pozo de donde recolectaban este líquido.

En la comunidad vivían más de 30 familias, de las cuales 14 estaban en el lugar cuando todo sucedió y salieron huyendo hacia el monte y ahora están en Pailón u otras comunidad vecinas. 

La comunidad exige una investigación por las autoridades sobre lo ocurrido. Además piden ayuda con víveres y materiales de construcción, actualmente se encuentran durmiendo en las calles de Pailón.

“Quisiera pedir una investigación, que nos ayude la Gobernación y todas las organizaciones. Es necesario investigar este caso que es muy grave. Lo que estamos pidiendo es que se haga justicia y nos brinden ayuda con víveres, calaminas, de todo. Necesitamos ayuda”, clamó el comunario.

El pueblo ayoreo se encuentra protegido por la Ley N° 450 por su condición de alta vulnerabilidad y sus territorios se encuentran amenazados por la ampliación de la frontera agrícola y los incendios forestales que afectaron a todos los territorios indígenas reconocidos a su favor, según el Cejis.

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