Cantando, orando, rezando el rosario y con la imagen del Divino Niño por delante, así recorren las calles religiosos y pobladores de San José pidiendo lluvia a Dios. Este municipio de la provincia Chiquitos está declarado zona de desastre por la sequía.

“Hacemos la invitación a toda la población de San José para que se sume a la rogativa de cada madrugada para pedir lluvia para el campo, los animalitos y para las personas. Necesitamos las voces de todos”, afirmó Mónica Canedo, religiosa de la iglesia josesana.

La práctica de la rogativa se la viene realizando desde hace cinco días. “El señor nos va a cumplir lo que le estamos pidiendo”, afirmó Canedo a EL DEBER. El recorrido comienza a las 5:00 desde las puertas de la Iglesia de San José, pasan por las principales calles para luego terminar en el atrio del templo.

​Las religiosas indicaron que su jornada comienza a las 4:30, con el repique de campanas, haciendo el llamado a los fieles para iniciar la romería. Antes de partir agradecen a Dios por la vida, para inmediatamente comenzar la suplica por ver caer el agua en algún momento del día o de la noche.

La madre Canedo anima a los files con un megáfono y destaca la presencia de adultos mayores, por la experiencia que tienen en ruegos por bienes en la tierra

La sequía golpea al área urbana y rural de San José. No llueve desde hace mucho tiempo, por lo que los campos están secos. Muchos de ellos se han quemado de manera descontrolada, causando daño al medioambiente, a los animales y a la flora de esta región.

La rogatita es una antigua tradición de los pueblos jesuiticos misionales, en cuyo ceremonial los fieles de la Iglesia, imploran un milagro al divino creador, que en esta oportunidad es ver caer la lluvia.

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