Desde este lunes 18, los mercados de Santa Cruz amanecieron sin carne de res ni de cerdo, debido a un paro indefinido convocado por la Confederación Nacional de Trabajadores Gremiales de Bolivia (Contracabol). La medida surge como protesta contra el incremento del precio del kilo gancho, que pasó de 23 a 30 bolivianos, y afecta directamente a los comerciantes y consumidores.

En el mercado Abasto, uno de los principales puntos de venta de la ciudad, todos los puestos de carne permanecen cerrados, con letreros que rezan: "Exigimos carne a precio justo para todo el pueblo". Mientras tanto, solo se observan abiertos algunos puntos de venta de pollo. 

El sector demanda al gobierno reducir las exportaciones de carne, que superan las 35 mil toneladas anuales. Los gremiales aseguran que esta política ha generado un desabastecimiento en el mercado interno, elevando los precios para el consumidor final. 

"Estamos priorizando la exportación en lugar de garantizar precios accesibles para las familias bolivianas", señaló Gonzalo Serrudo, dirigente de Contracabol.


No todos los mercados acatan

Sin embargo, no todos los comerciantes apoyan esta medida. En el mercado antiguo Los Pozos, varios puestos de carne abrieron con normalidad.

Alejandro Pinto, asesor jurídico de la Cooperativa 4 de Agosto, criticó el paro, calificándolo de "extremo y perjudicial". Pinto pidió la intervención del Viceministerio de Defensa al Consumidor para que se realicen controles y se establezcan precios justos, sin necesidad de afectar a los consumidores.

Por su parte, el viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, advirtió que el cierre de mercados vulnera el derecho de la población al acceso a alimentos básicos. Además, informó que se están realizando inspecciones a frigoríficos y exportadoras para verificar los porcentajes de carne exportada y analizar posibles regulaciones.

El viceministro no descartó recurrir a acciones legales si el paro persiste, considerando que perjudica a los consumidores y a los gremiales. 

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