El discurso del líder cívico, que dio por concluido el octavo día de paro en Santa Cruz, fue emotivo y lloró por quienes han recibido impactos de bala. Este miércoles, en Montero, hirieron al hijo del cívico de esa ciudad

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30 de octubre de 2019, 20:40 PM
30 de octubre de 2019, 20:40 PM

Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, se quebró y lloró la noche de este miércoles cuando, a los pies del Cristo Redentor, informó al pueblo cruceño sobre las agresiones violentas y disparos de balas que sufrieron personas "que defienden su democracia en las calles exigiendo un nuevo proceso electoral en Bolivia".

Camacho anunció que en Portachuelo y en Montero (al norte de Santa Cruz) se registraron dos balaceras, en donde el hijo del líder cívico montereño resultó herido de bala. Igual se refirió a las personas agredidas ayer en el Plan Tres Mil y en la Villa Primero de Mayo, a quienes les brindó un respaldo total.

“Hace poco abalearon al hijo del presidente cívico de Montero, no podemos matarnos entre bolivianos (se quebró), pero también tengo la certeza que le podemos dar fortaleza, no queremos muertos, cada uno de ellos representa la libertad y la democracia de nuestros pueblos y no queremos más muertos y que el mundo entero sepa que esta es la pelea contra un régimen que busca sangre y sangre entre bolivianos”, dijo Camacho.

“Se me caen las lágrimas porque no es un tema de hijo de quien sea, es un boliviano más que está en las calles defendiendo la libertad, la democracia. Hemos vuelto a las épocas la dictadura militar, solo que ahora la lideran los tiranos vestidos de azul que buscan sangre de su pueblo. No nos van a amedrentar, esto es un alimento de esperanza para que sigamos en las calles”, agregó Camacho.

Camacho reiteró que este miércoles recibieron tres nuevas citaciones a tres distintas empresas que tiene con su familia, ante esta situación, respondió que no le debe nada a nadie y pese a las presiones que puedan llegar del Gobierno, no venderá sus principios.

“No se van a negociar los principios. Pueden hacer lo que quieran, somos 11 millones de bolivianos y 9 millones están en las calles. Negociar sería entregar a 9 millones de bolivianos, y eso no tienen precio”, acotó.