Para Ellas
Empatía y resiliencia en momentos de adversidad
“Renacer por amor propio y hacia los demás es un viaje continuo, te invito a caminarlo con compasión”
Por: Claudia Torres Psicóloga
Perder una amiga en circunstancias de una enfermedad como el cáncer, puede ser una situación devastadora. Es muy complicado y, a menudo, desestabilizador, no solo para quien se despide, sino también para quienes quedan atrás. A lo largo de mi experiencia en psicología, he observado cómo el dolor de la pérdida puede transformarse en una oportunidad para honrar la memoria de quienes hemos amado. Este artículo ofrece un enfoque paso a paso para superar la muerte de una amiga, es asumir el compromiso de guardar su memoria y brindar apoyo a sus hijos.
Paso 1: Aceptar el duelo
La primera fase del duelo implica reconocer y aceptar nuestra tristeza tras la pérdida. El duelo no es un proceso lineal, y cada persona lo vive de manera diferente. La aceptación no significa que dejemos de sentir dolor, sino que aprendemos a vivir con él. ¿Cómo? Anota las estrategias.
Permitir la emoción.
No reprimas tus sentimientos. Llora, todo lo que necesites. Llorar no es un signo de debilidad; es una expresión de amor y conexión.
Escribir una carta.
Redacta una carta expresándole lo que sientes. Habla de los buenos momentos, de lo que lamentas y de cómo te ha impactado su ausencia.
Crear un espacio.
Dedica un lugar en tu casa donde puedas recordar a tu amiga; puede ser un rincón con fotos y objetos que te conecten con ella.
Paso 2: Celebrar su vida
Una vez que has reconocido el duelo, dedicar tiempo a celebrar la vida de tu amiga puede ser terapéutico. Es recordar el impacto positivo que tuvo en tu vida.
Ceremonia de recuerdo.
Organiza una ceremonia para recordar su vida. Invita a amigos comunes y comparte historias. Esto permite que el amor y la conexión continúen.
Crear un álbum.
Reúne fotos y anécdotas que ilustren momentos importantes. Hacer un video o presentación que capturen momentos significativos, época de colegio, viajes y los varios encuentros.
Paso 3: Guardar su memoria
Asumir el compromiso de guardar la memoria de tu amiga implica encontrar una manera de honrar su legado. Este compromiso puede proporcionarte satisfacción y un sentido de propósito.
Proyecto en su honor.
Crea una beca, una fundación benéfica o un evento anual en su nombre que refleje sus causas favorables.
Historias comunes.
Habla con otras personas que conocieron a tu amiga y recolecta testimonios. Es un ejercicio de ayuda y es reconfortante.
Incorporar sus valores.
Reflexiona sobre los valores y principios que tu amiga defendía. Haz un esfuerzo consciente por vivir de acuerdo a ellos y así también apoyar sus causas, dando continuidad a sus proyectos, apoyando las campañas de salud, por ejemplo.
Paso 4: Estar presente para sus hijos
Ahí es donde el dolor se vuelve más complejo: al enfrentar la pérdida de una amiga, también se está frente a la tristeza de sus hijos. Asumir la responsabilidad de estar presente para ellos no solo es un homenaje a su madre, sino una forma de ayudarles a enfrentar su propio duelo.
Comunicación abierta.
Fomenta un espacio en el que los hijos se sientan cómodos expresando sus sentimientos, ya sean de tristeza, enojo o confusión.
Actividades en familia.
Pasar tiempo con ellos en actividades recreativas, ir al cine, puede proporcionarles una distracción saludable y acogedora.
Conexión con su madre.
Comparte historias sobre su madre, muéstrales tus fotos entre amigas y mantén vivas sus tradiciones familiares para que los niños sientan que su madre sigue estando presente en sus vidas.
Paso 5: Reflexiones y sentimientos
A medida que continúas apoyando a los hijos de tu amiga y mantienen su memoria viva, también es crucial que prestes atención a tus propias emociones. No olvides que tu propio proceso de duelo aún sigue en marcha. Reflexiona.
El autoconocimiento.
Realiza un análisis de tus emociones. ¿Qué sientes realmente? Buscar fortalecer tu autocomprensión será esencial para tu bienestar emocional.
Terapia personal.
No dudes en buscar ayuda profesional para ti misma, lo cual puede ofrecerte herramientas para gestionar tus propios sentimientos y el dolor.
Haz tiempo para actividades que disfrutes y que fomenten tu salud mental y física, tales como ejercicios, lectura y meditación.
Conclusión
Al caminar por este camino, con dolor y compromiso, encontrarás tu propia sanación en medio de la tristeza. Recordemos que el duelo no es un signo de debilidad, sino un testimonio del amor profundo que sentimos. Al final, aunque nuestros corazones estén heridos, podemos encontrar consuelo y fortaleza en la conexión humana y el legado que perdura. Renacer por amor propio y hacia los demás es un viaje continuo.
¿Necesitas ayuda en el duelo?
Te invito a caminarlo con compasión. Si sientes el deseo de compartir tus pensamientos o buscar una guía en este viaje, te invito a conectarte conmigo.
Soy Claudia Torres, PH.D., psicóloga, estoy aquí para acompañarte en tu camino hacia la sanación y el bienestar. Escríbeme al WhatsApp +59172185459 y juntas descubriremos los senderos de la resiliencia.
Ayudar a los demás y a nosotros mismos en el transcurso del duelo facilita el proceso. Anota cinco tipos de ayuda que puedes ofrecer a los niños de tu amiga.
1. Soporte emocional. Escuchar es fundamental.
Ofrecer un espacio para revivir recuerdos y expresar su duelo puede ser un valioso apoyo.
2. Asistencia práctica. Ayuda con tareas cotidianas, ya sea realizando compras, preparando comidas o cuidando a los niños.
3. Grupos de apoyo. Conéctalos con grupos de apoyo para niños que están afrontando la pérdida de un ser querido. Espacios con herramientas y recursos valiosos.
4. Acompañamiento profesional. Considera que los niños reciban apoyo psicológico o terapia. Pueden ayudarles a aprender habilidades de afrontamiento ante el duelo.
5. Memorialización activa. Impulsa a los niños a crear un proyecto o actividad que honre la memoria de su madre. Esto podría ser desde un dibujo, una obra de teatro o una recaudación de fondos para una causa significativa para ella.