Opinión

Potenciar comunidades productivas es clave para reactivar la economía

Óscar Mario Justiniano/Presidente Cámara Agropecuaria del Oriente

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4 de julio de 2021, 7:47 AM
4 de julio de 2021, 7:47 AM

La pandemia de Covid-19, que desde hace más de un año golpea a Bolivia y el mundo, nos ha obligado a todos a replantearnos nuevos escenarios, actividades y actitudes. La realidad sociopolítica del país nos exige cambios y el pueblo boliviano pide integración y un alto a las diferencias regionales.

Tomando en cuenta esta realidad y nueva normalidad, desde el sector productivo analizamos la situación y las potencialidades del campo no solo en Santa Cruz sino también en las demás regiones de Bolivia, y vemos con preocupación que poco a poco las zonas productivas pierden jóvenes que migran a áreas urbanas en busca de mejores oportunidades que las que hay en sus comunidades.

En la Cámara Agropecuaria del Oriente vimos conveniente generar espacios de intercambio de conocimientos con jóvenes estudiantes y futuros profesionales agropecuarios, para que conozcan técnicas modernas de producción y el exitoso modelo de desarrollo productivo cruceño, a fin de que retornen a sus comunidades, apliquen ese aprendizaje y transformen sus regiones con tecnología y el apoyo de alianzas público-privadas y privadas-comunitarias.

Es así que durante la suscripción del convenio de cooperación entre la CAO y el Instituto Tecnológico Jacha´a Omasuyos realizada el pasado lunes 28 de junio en El Alto, tuvimos la oportunidad de compartir experiencias con comunarios de Achacachi y, si bien es cierto que existen algunas limitaciones en cuanto a tecnología, genética y otras, es una realidad que esta localidad tiene grandes potencialidades para producir alimentos. Por ejemplo, actualmente en el altiplano se produce avena y alfalfa de muy buena calidad, pero en pequeña escala; sin embargo, con la transferencia de tecnología que planteamos podrían producir a gran escala e incluso abastecer al mercado cruceño, ya que en el oriente boliviano no se producen estos alimentos y más bien se importan de países vecinos.

Estas experiencias y transferencia de tecnología queremos desarrollarlas en unidades educativas y comunidades de diferentes regiones del país, pues apremia transformar la visión del productor nacional, principalmente del pequeño productor, incentivando la integración y el cooperativismo.

No cabe duda que el modelo de desarrollo productivo cruceño se logró con la visión y el esfuerzo de todos los productores y estoy seguro que este mismo trabajo en conjunto y organizado puede ser aplicado en el resto del país, pues Bolivia cuenta con tierras fértiles que vale la pena estudiarlas para hacerlas productivas, respetando sus propias características como tipo de suelo y clima.
Con investigación, conocimiento, desarrollo de habilidades y la apertura a las relaciones entre los nueve departamentos del país, podremos soñar con una Bolivia productiva y unida, puesto que el futuro de los bolivianos está en el campo al igual que la reactivación económica del país.

Bolivia saldrá adelante en la medida que trabajemos todos juntos, fomentando el crecimiento productivo de cada región para lograr proyectar a Bolivia hacia el mundo como un país agroexportador.


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